Tuve la oportunidad de asistir al foro de “Coagropec” (Comité Agropecuario del Departamento de Cesar) en Valledupar, en donde analizamos el acuerdo alcanzado por pequeños transportadores de carga, pasajeros y servicios especiales, en relación con el precio del Diésel (ACPM) y, el impacto en el sector agropecuario.
1º- Se trató de un acuerdo excluyente de los sectores productivos de la economía nacional, solo aplicable a quienes lo firmaron. Es decir, quienes, en ejercicio de la protesta pacífica se levantaron contra la resolución 40350 del 29 de agosto del 2024 que incrementó el costo del Diésel en $1.904.
2º- A la mesa de discusión virtual, se invitaron en términos generales solo pequeños transportadores, 609 vía Google Meet, a la presencial asistieron 95.
3º- El Ministerio de Agricultura, muy a pesar de haber instalado un Puesto de Mando Unificado (PMU) para el tema de transporte de alimentos, no parece haberse interesado en el grave impacto que tiene en toda la cadena de producción, transformación, comercialización y consumo el Diésel en el sector agropecuario, al no haber hecho parte de la negociación a nombre de los empresarios del campo colombiano sin importar su tamaño, que lo utilizan en toda esta cadena.
4º- Ni los gremios de la producción agropecuaria, ni agremiados de manera individual, se interesaron en participar de las negociaciones que condujeron al acuerdo excluyente y exclusivo, para quienes paralizaron con razones válidas, todas las líneas de suministros abastecimientos en el territorio nacional. Unos y otros, de manera indolente mirando a otro lado, perdieron la oportunidad única de hacerse escuchar por el Gobierno Petro y hacerse extensivos los acuerdos logrados.
5º- Mucho más preocupante cuanto se leen la confusa redacción del acuerdo logrado y no se encuentra por ninguna parte mención al sector agropecuario.
6º- Gravísimas las expectativas para el cortísimo plazo, una vez se logren los mecanismos para hacer efectivo el suministro de ACPM a costos diferenciales a transportadores que paralizaron el país y el resto de los sectores que lo utilizan, entre ellos, el sector agropecuario.
7º- Lo más grave de todo lo acordado, fueron las explicaciones de los alcances del acuerdo dadas por el ministro de Hacienda Bonilla, de las que se deduce:
a- El costo del Diésel para los sectores diferentes a los transportadores, una vez se instale la tecnología que los excluya será $ 16.000, galón.
b- La aplicación de esta medida se tomará de carácter inmediato, ajustando $6.000, en una sola partida y, no en tres al cierre del 2025, como inicialmente se había planteado.
Lo anterior significa lo muy poco que le interesa a la institucionalidad y la gran gremialidad del sector el impacto que se origina en ellos los ajustes intempestivos del precio del Diesel para el productor agropecuario.
De suma importancia permanecer con este tema en el radar para efectos de garantizar la seguridad alimentaria de la nación, mejorar la producción agrícola y ganadera en toda la nación rural, no disminuir los márgenes de utilidad neta para el empresario del campo después de impuestos, hoy bastante bajos ante la aleatoriedad de la empresa agropecuaria, al no contar con la infraestructura básica de producción.
Los gremios del sector deben preocuparse por temas de trascendencia en la empresa rural como este, transversal al sector, buscando la unidad monolítica de criterios en búsqueda del bienestar del empresario del campo, al hacerse parte de las negociaciones anunciadas en el acuerdo, para así lograr un beneficio a todo el sector productivo, en la integralidad desde la producción hasta el consumo.
Lo único que nos queda es la unidad monolítica a través de los gremios para lograr ser escuchados, es un grito desesperado y desesperanzado que se lanza desde esta tribuna haciendo eco de lo analizado, para lograr hacerse parte en los escenarios de toma de decisión que afectan a productores y la nación para la garantía de su seguridad alimentaria.
@lacoutu