Esta baja en agosto se explica por la pausa en actividades de la empresa Minerva, pues al ser un jugador importante en la exportación de carne e incluso participando en el abastecimiento interno, el que se aparte un período de la faena causa grandes sensibilidades. Sin embargo, la preocupación como tal no es que un actor relevante del mercado se retire momentáneamente, sino que otras plantas de beneficio animal no entren a llenar ese espacio de mercado.
Lo mismo ocurre con el comercio internacional. En agosto se exportaron 1.632 toneladas de carne y despojos, que significa 68% menos frente al mismo mes de 2022 cuando se enviaron al exterior 5.086 toneladas. La situación no obedece a tener menor consumo mundial, pues de enero a julio de 2022 se exportaron 21.093 toneladas y de enero a julio de 2023 la cifra fue de 20.503, cifras muy semejantes. De nuevo allí la problemática se encuentra en que otros jugadores no llenan el vacío de alguno que se retira.
¿Qué hace falta? Una alternativa es que logren entrar al país otras empresas internacionales de la talla de Minerva y que tengan el mismo musculo financiero, la amplia red de contactos y su fuerte estructura comercial alrededor del mundo. Sin embargo, ante la incertidumbre que se viene generando como país, el par de interesados prefieren esperar a que se tengan mejores condiciones en el entorno macroeconómico y de seguridad.
Ahora, las plantas de clase I, las de exportación ya instaladas; evidentemente tienen una inmensa posibilidad de aprovechamiento por el lado de la demanda mundial de carne, pero deben afrontar inmensos retos y dificultades para producir, y aún más, para colocar en el exterior un kilo de carne. Diferentes problemáticas en la cadena de valor: competencia informal, sacrificio clandestino, abigeato, poca institucionalidad, altos costos, en fin.
Evidentemente lo que hace falta es darle solución a cada problema, sabiendo que existe solución real y a la mano para cada uno de ellos. Lo primero, la entrada en operación lo más pronto posible del sistema de guías y movilización animal en línea y en tiempo real, con el ánimo de combatir a diferentes bandidos que buscan aprovecharse del sector. Lo segundo, y también de suma urgencia, la entrada en operación del sistema de trazabilidad e identificación animal para llegar a mercados de mayor valor (viene el reto de China), y, articulado al sistema de guías. Lo tercero, que las Secretarias de Salud Municipal hagan la tarea efectiva de combatir la venta de carne en expendios sin cumplimiento de requisitos de inocuidad. Lo cuarto, el mejoramiento productivo en todos los eslabones de la cadena, lo que requiere desde mejor seguridad rural hasta un financiamiento agropecuario de verdadero fomento incluyendo la acelerada implementación de sistemas silvopastoriles con el animo de afrontar los nuevos desafíos internacionales frente a oferta exportadora, calidad y sostenibilidad.
Recordemos que la producción y exportación de carne es de los pocos sectores agropecuarios que está dando señales de buena dinámica en tiempos de entrada de una recesión económica. Incluso el crecimiento en el año es superior al 1%, a pesar de la baja de agosto.