Por estos días, en Colombia está de moda el tema de Pegasus. Estratégicamente, Gustavo Petro ha decidido reencauchar un asunto que la misma Fiscalía ya había descartado. Revivir viejos temas parece ser el pan de cada día del gobierno del cambio.
Pegasus, según lo afirmó mentirosamente el presidente, es un software que compró el gobierno anterior para lavar 11 millones de dólares con el fin de "chuzar" a la oposición de ese entonces y a los "jóvenes" de la primera línea durante el paro nacional de 2020.
Resulta que, un par de años más tarde, el presidente que apareció con ideas de querer chuzar a la oposición es el mismo Gustavo Petro. Firmando el Decreto 1077, Petro otorga facultades extraordinarias al DNI (Dirección Nacional de Inteligencia), una dirección manejada hoy en día por un excompañero de guerrilla del presidente: Jorge Lemus. La inteligencia colombiana en manos de exguerrilleros… ¿Qué podría salir mal?
Este decreto le brinda superpoderes al DNI para “recolectar información por medio de fuentes humanas, medios técnicos y abiertos”. Es decir, con la excusa de “salvaguardar el ordenamiento constitucional”, el gobierno tendrá la potestad de investigar a cualquier colombiano que ellos consideren un riesgo para la seguridad nacional.
"Golpe de Estado" es la frase célebre del señor Gustavo Francisco, quien sueña con que en Colombia se esté cocinando uno, quizás para volverse mártir o simplemente para eludir su responsabilidad en la violación de topes electorales. Lo que sí sabemos es que, bajo este pretexto y con los superpoderes de la Dirección de Inteligencia, tiene la herramienta "legal" para chuzar a periodistas, opositores y a su mayor enemigo: los empresarios. El artículo 130 habla de CONSPIRACIÓN, y como nuestro presidente tiene delirios de persecución, esta es la excusa perfecta para poder chuzar a todo aquel que no le agrade.
Gustavo Petro está generando un ambiente propicio para excusar las interceptaciones a ciudadanos colombianos. Un golpe de Estado entraría dentro de las causales de seguridad nacional, pero cabe resaltar que NADIE está intentando derrocar al presidente. Invadir la intimidad de los colombianos con el fin de utilizar herramientas sucias contra la oposición y periodistas es un delito, y es sumamente grave que desde la Presidencia de la República se esté gestando un ataque directo contra la vida privada y las conversaciones de miles de colombianos.
El Decreto de las Chuzadas 2.0 ha sido firmado por los más altos funcionarios del gobierno Petro, además de estar vinculados al escándalo de la UNGRD. ¿Casualidades?
Entre los firmantes están el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla; el director de la Función Pública, César Manrique; y el director del DNI, Jorge Lemus, exmiembro del M-19.