Aunque todos sabemos que siempre es mucho mejor comprar en el día los alimentos que vamos a consumir, lo cierto es que la mayoría de nosotros no tenemos tiempo para pasar todos los días por el súper o por la tienda de barrio y hacernos con las viandas que vamos a tomar, así que no nos queda más remedio que comprar semanal o quincenalmente y congelar los productos. Lo cual nos lleva al hecho de tener que descongelar carne, algo que no siempre hacemos bien. La carne congelada puede estar igual de buena que aquella que no ha estado a temperaturas bajo cero, pero para que conserve todos sus nutrientes es importante que sepamos descongelarla bien, algo a lo que no solemos prestar toda la atención que deberíamos.
Descongelar carne a temperatura ambiente, un peligro para tu salud Admítelo, tú también has pasado corriendo por la cocina, has sacado unas hamburguesas, algo de pollo o unas brochetas del congelador y las has dejado sobre la encimera esperando que cuando llegues por la tarde del trabajo ya estén descongeladas y las puedas tomar para cenar. Pues bien, esto es un grave error que puede poner en riesgo tu salud. El hecho de que normalmente guardemos la comida en la nevera no es casual, es porque el frío disminuye la proliferación de bacterias. Cuando sacamos carne del congelador y la dejamos atemperar fuera de la nevera estamos facilitando que en ella crezcan todo tipo de bacterias, entre ellas la peligrosa Salmonella. Así que al final lo que vas a cenar es un peligroso cóctel de carne con microorganismos que podrían dañar tu salud.
El clásico truco del agua caliente Lo de dejar la carne fuera de la nevera lo hacemos si tenemos tiempo, pero a todos nos ha pasado darnos cuenta de que estamos muy cerca de la hora de comer o de cenar y no hemos sacado la carne a descongelar. Es entonces cuando empieza a cundir el pánico y buscamos soluciones instantáneas que tampoco son positivas para nuestra salud. Lo de descongelar carne en agua caliente es un truco que viene de la época de nuestras abuelas y que deberíamos ir olvidando totalmente. Si la carne fría la metemos en agua aliente (aunque la carne esté envasada) es como si la estuviéramos bañando en un jacuzzi lleno de bacterias que además pueden ser peligrosas, así que nada de volver a hacer esto.
Descongelar carne con un secador, raro y peligroso Vale, esto no es algo que haga todo el mundo, pero en más de una ocasión a alguien se le ha pasado por la cabeza y seguro que alguna persona lo ha llegado a hacer. En este caso también lo estamos haciendo mal, porque desde luego un secador pensado para eliminar la humedad del cabello no puede ser utilizado en la cocina. Descongelar carne con el secador, o encima o cerca de un radiador, es un método muy lento que no consigue una descongelación uniforme. En cambio, lo que sí consigue es que las bacterias se puedan extender tanto por la propia carne como por el resto de la cocina, ya que el aire del secador puede desplazarlas por toda la estancia. Conclusión, nada de experimentos con secadores y carne.
Intentar descongelar cortes gruesos en la sartén En busca de la opción más rápida para descongelar carne, en ocasiones lo que hacemos es ponerla directamente en la sartén. Y en cuanto la mezcla de aceite y agua empieza a llenar toda la cocina y a salpicarnos nos damos cuenta de que no es una buena idea. Sin embargo, si la carne ya está bastante descongelada sí puede ser una buena opción. No obstante, puede ocurrir que algunos trozos más gruesos estén todavía demasiado congelados. En este caso deberíamos abstenernos de descongelarlos en la sartén, porque podríamos echar la carne a perder. Al final nos vamos a encontrar con que quedará muy hecha y seca por fuera pero demasiado cruda por dentro.
¿Cómo descongelar la carne correctamente? Ya hemos visto lo que solemos hacer mal, así que toca ver cómo hacerlo correctamente. Lo importante es tener en cuenta que la carne debe descongelarse de forma lenta y natural, esto quiere decir que tenemos que sacarla del congelador mucho antes de lo que lo hacemos habitualmente. Lo que haremos será sacarla del congelador y ponerla en la bandeja inferior de la nevera, procurando que no esté en contacto con productos frescos o salsas que puedan llegar a contaminarse. Mucho mejor si dejamos la pieza sobre una bandeja de descongelación, así evitamos que pueda chorrear agua en el frigorífico. En unas horas estará descongelada, sin bacterias nocivas y lista para ser cocinada.
Ya hemos visto lo que solemos hacer mal, así que toca ver cómo hacerlo correctamente. Lo importante es tener en cuenta que la carne debe descongelarse de forma lenta y natural, esto quiere decir que tenemos que sacarla del congelador mucho antes de lo que lo hacemos habitualmente. Lo que haremos será sacarla del congelador y ponerla en la bandeja inferior de la nevera, procurando que no esté en contacto con productos frescos o salsas que puedan llegar a contaminarse. Mucho mejor si dejamos la pieza sobre una bandeja de descongelación, así evitamos que pueda chorrear agua en el frigorífico. En unas horas estará descongelada, sin bacterias nocivas y lista para ser cocinada.
Truco para descongelar la carne rápidamente Ya hemos visto que el proceso de descongelación puede durar varias horas, pero si se nos ha olvidado sacar la carne a tiempo, hay un truco que nos permite obtener buenos resultados en cuando a salubridad del alimento, textura y sabor. Eso sí, antes de nada recuerda sacar la carne del envase y quitarle el hielo que tenga por encima. Lo que tienes que hacer es sellar la pieza en una sartén con un poco de aceite hirviendo y cocinar un minuto y medio por cada lado. A continuación mete la pieza en el horno a 135º C (previamente calentado) durante unos 20 minutos. El resultado será una carne cocinada al punto que te sacará de un apuro gastronómico.
¡No olvides lavarte las manos después de tocar carne congelada! Una de las pocas cosas buenas que ha traído la Covid-19 es que ahora somos mucho más consciente de lo rápido que se expanden virus y bacterias y lo fundamental que es cuidar la higiene de las manos. Por eso, acostúmbrate a lavarte bien las manos después de haber tocado carne que está congelada. Puede que pienses que está tan fría que no pasa nada, pero recuerda que hay muchas bacterias viviendo en la superficie, y si no te lavas las manos las puedes acabar extendiendo por toda la casa. Por tanto, después de manipular la carne congelada dedica un par de minutos a lavarte y secarte bien las manos y evita problemas. Texto tomado del siguiente enlace