Los lácteos es sin duda uno de los grupos de alimentos que más duda y discrepancia genera, mientras que algunas personas consideran que son una buena opción y que son saludables, otras personas piensan que aumentan el riesgo de cáncer, osteoporosis e incluso en el mundo del fitness se ha llegado a recomendar no consumir lácteos debido a que en teoría estos “tapan”, es decir, retienen líquido o generan hinchazón (obviamente los lácteos pueden generar distensión abdominal y molestias intestinales en algunas personas, si es tu caso, mejor evitarlos, aunque en la mayoría de casos también depende del tipo de lácteo que se consuma).
Recientemente se ha publicado un nuevo estudio (1) en el que se ha observado que los lácteos sí son una opción saludable.
Después de 15 años de “seguimiento” en el estudio los investigadores observaron que un mayor consumo de lácteos al día (2 servicios en comparación a no consumir lácteos) estaba asociado con un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa, y con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Aunque simplemente es eso, un estudio, y obviamente tiene sus limitaciones, nos da una ligera pista de que probablemente los lácteos no sean tan malos como algunas personas han repetido una y otra vez, además, como siempre, depende del tipo de lácteo que estemos consumiendo y del patrón de alimentación que siga la persona.
Si somos deportistas y comemos de forma saludable, incluir algunos tipos de lácteos probablemente nos traiga muchos más beneficios que perjuicios.
No todos los lácteos son iguales
Hay que tener en cuenta que no todos los lácteos son iguales, aunque la mayoría de la gente pueda pensar que los desnatados son más recomendables por tener menos calorías y menos grasa, la realidad es bien diferente.
Que un alimento tenga menos calorías no implica que sea más saludable, y que tenga menos grasa tampoco, de hecho, en este caso es justamente al revés, la grasa de los lácteos promueve un mejor perfil lipídico, además de aportar más nutrientes y ser mucho más saciante.
De hecho, en algunos estudios se ha observado que existe relación inversa entre el consumo de lácteos enteros y el desarrollo de patologías como la obesidad, diabetes y el síndrome metabólico, por lo que su consumo no estaría desaconsejado.
Según mi opinión, las mejores opciones de lácteos serían el yogurt (evita los típicios yogures azucarados que podemos encontrar en los supermercados), el kéfir (es una muy buena opción si tienes intolerancia a la lactosa), el queso (evita los procesados, matizar que cuanto más curado esté el queso menos lactosa tendrá) y en último lugar, la leche.
La cantidad a consumir dependerá del resto de tu dieta, tus necesidades, y tus objetivos, pero en general se puede decir que los lácteos son saludables y tampoco se ha llegado a establecer relación entre el consumo de estos y un mayor riesgo de cáncer.
Artículo tomado del siguiente enlace