El término ganadería sustentable implica un conjunto de actividades cuyo propósito es mantener y sobre todo mejorar la actividad productiva y bienestar de los mismos ganaderos, sin deterioro del medio ambiente.
Por: Magdalena Cruz Rosales y Lucrecia Arellano Gámez.
Compartiendo este objetivo común se desprenden distintas estrategias entre las principales se cuentan: el Sistema Silvopastoril, el Pastoreo Racional, el Pastoreo Rotacional Intensivo, el Manejo Holístico y la Ganadería Diversificada, entre otros. En estos sistemas hay mayor oferta forrajera, además del pasto hay árboles y arbustos forrajeros o de usos múltiples, donde se maneja al ganado a mayor densidad por tiempos cortos.
Esto aumenta el número y diversidad de plantas que comen los animales, reduciendo así su selectividad y presión sobre la vegetación nativa, aumentando la fertilización natural y permitiendo la recuperación de zonas muy degradadas. Los sistemas de pastoreo mencionados son productivos económicamente, permiten el uso racional de los recursos naturales (suelo, agua y biodiversidad), incrementando la cobertura vegetal y la captura de carbono, a la vez que reducen la compactación del suelo, la contaminación del agua y la dependencia de insumos externos, todo lo cual permite su sustentabilidad.
Considerando que existe un Programa de Fomento Ganadero 2019, presentado en el Diario Oficial el 28 de febrero de este año, es posible solicitar apoyos económicos ante la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) para cambiar el modelo de ganadería tradicional, mediante la reconversión de praderas y agostaderos, señalados en el Capítulo IV componente de Sustentabilidad Pecuaria.
En este caso el apoyo se asigna por hectárea y el solicitante de este apoyo deberá contar con la validación del paquete tecnológico para el mantenimiento y reconversión de la pradera o agostadero, que bien podría ser a un sistema más sustentable como el silvopastoril, manejo holístico, pastoreo racional, etc. La validación deberá ser emitida por una Institución de Investigación o Educación Superior, así como ser autorizado por la Unidad responsable de los productores solicitantes. Sin embargo, en la propuesta de apoyo que se menciona anteriormente por la SADER, faltan elementos que den solidez a un verdadero proyecto de cambio de prácticas tradicionales a sustentables.
El apoyo no establece tiempo para alcanzar metas, ni estímulos a quienes realicen esos cambios en sus prácticas tradicionales. Por lo tanto los proyectos a corto o mediano plazo se podrían perder sin lograr verdaderos cambios a favor de la sustentabilidad, ni siquiera rehabilitar zonas degradadas. Todo dependerá de la buena voluntad del ganadero y del adecuado asesoramiento técnico que acompañe los cambios necesarios hasta lograr la meta de reconversión del sistema y rehabilitación de la zona.
En este caso y considerando la experiencia realizada recientemente en la ganadería colombiana donde trabajaron a nivel de fincas o ranchos demostrativos en varias regiones, se podría adecuar a un proyecto a la “Mexicana”. Es decir primero contar con el elemento Productivo, integrado a partir de un grupo de ganaderos, o Asociación Local o Unión Ganadera Regional, que le den un mayor impulso al cambio hacia una ganadería más sustentable, por ejemplo como la Silvopastoril.
Después buscar a los especialistas técnicos entre las diversas Instituciones Agropecuarias y de Investigación, que le den el soporte Académico necesario para sustentar las propuestas técnicas y más adecuadas al interés del productor y región, a fin de lograr con éxito el cambio de manejo ganadero y validar mediante indicadores productivos y ecológicos, los avances de ese proceso a desarrollar en un plazo de varios años, como lo han hecho en Colombia y otros países de Centro América. La parte más importante es obtener el Financiamiento necesario para estos proyectos, pero como ya se mencionó no pueden obtenerse solamente de una dependencia oficial que depende de decisiones políticas.
A este nivel se deben buscar otras fuentes de financiamiento adicionales como las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) internacionales, que tienen objetivos menos políticos y más a favor de lograr beneficios a nivel de comunidades o del medio ambiente, entre las que están el Banco Mundial y el Global Environment Facility (GEF), entre otros. Finalmente, un elemento importante a incluir son los estímulos para la generación de mercados justos y campañas educativas para la concientización de los consumidores que aumenten las preferencias por productos producidos de manera sustentable.
El reto más grande para lograr este proyecto de Ganadería Sustentable en México, será lograr el interés de un gran número de productores que acepten el cambio en su modelo de manejo ganadero; contar con el apoyo de las asociaciones o uniones ganaderas; contar con los asesores técnicos e instituciones que avalen los cambios a prácticas más sustentables y lograr el apoyo y acompañamiento de los financiadores de estos cambios hasta consolidarlos, aumentando el consumo y mercados con productos generados de manera sustentable.
Esto se logrará al tener una mayor y mejor producción pecuaria, menor impacto negativo en el ambiente por la reducción de insumos químicos externos, mayor diversidad vegetal y animal en la zona, recuperación de zonas degradadas, mejor funcionamiento del sistema ecológico, consumidores más conscientes y mercados más justos. Al contar con estos elementos los productores tendrán un mayor ingreso económico y menor gasto de insumos, lo que generará un mejor nivel de vida y bienestar de su personal.
Todo lo cual se considera como un verdadero sistema sustentable, meta muy deseable dadas las actuales condiciones de degradación de las zonas ganaderas y de los efectos ambientales ligados a ello, ahora la tarea será convencer a los diferentes sectores y avanzar en este objetivo.
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