Numerosos estudios e investigaciones demuestran que en el antiguo Egipto ya se elaboraba el queso. Fue en Europa donde se extendió su consumo hasta convertirse en un alimento popular, y en el siglo XIX, en Suiza, se abrió la primera fábrica para la producción industrial del queso. Propiedades nutricionales del queso Las propiedades nutricionales de los quesos dependen de la leche a partir de la cual se elaboran, siendo normalmente de vaca, cabra u oveja. La grasa de esta leche es la que influye sobre todo en el sabor del queso. Pero existen propiedades comunes a los diferentes tipos de quesos:
- Proteínas de alto valor biológico y vitaminas A, D y del grupo B. Al ser rico en estos nutrientes, es necesaria la presencia del queso en nuestra dieta, pero su consumo debe ser moderado, debido sobre todo a las grasas que contiene. El nivel de grasas es más alto que el de la leche, y son grasas saturadas, de origen animal, por lo que no es recomendable que las personas con enfermedades cardiovasculares, y con obesidad o sobrepeso, lo consuman de forma habitual.
- Es una fuente importante de calcio y fósforo, lo que repercute positivamente en nuestra estructura ósea. Asimismo, ayuda a la remineralización de los dientes, y previene las caries y enfermedades dentales. Sus propiedades antimicrobianas ayudan también a controlar el nivel de placa. clases-de-quesos
Tipos de quesos, elige el tuyo
Existen diferentes tipos de quesos: desnatados, semidesnatados, semigrasos, grasos y extragrasos. También pueden clasificarse, según el proceso de elaboración, en frescos-blancos y madurados o fermentados.
Podemos elegir tomar una u otra variedad en función de su consistencia –quesos blandos o duros-, o en función de los países –Francia: Brie, Camembert, Roquefort; Italia: mozzarella, parmesano; Suiza: Emmental; Inglaterra: Cheddar; España: Cabrales, Manchego, Burgos; Holanda: Gouda, Edam-.
Dependiendo de nuestros gustos, escogeremos uno u otro, pudiendo también tomarlos solos, con pan, con mermelada o membrillo, acompañando ensaladas y otros platos, derretido y untado en una tosta, etc.
Una de las mejores opciones son los quesos frescos desnatados, porque modifican su contenido en grasas, pero conservan todas las vitaminas y minerales.
Diferentes y deliciosas maneras de incluir este rico y completo alimento en nuestra dieta, para que sea sana y equilibrada. Si aún no lo haces, ¡empieza ya!