¿Puede la bebida de soja sustituir a la leche de vaca? ¿Es mejor una u otra bebida? ¿Tiene algún sentido hacer este tipo de preguntas? El perfil nutricional de estas sustancias descubre sus secretos.   Ha llegado el día en el que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha decidido poner cartas en el asunto. La tan conocida como leche de soja ya no será “leche” nunca más. Conocida a partir de ahora como bebida de soja, este cambio no afecta para nada a otro aspecto fundamental: sus propiedades nutritivas. No por dejar de ser llamada “leche” va a dejar de tener lo que tiene, ¿verdad? Pero nos surge otra duda. A lo largo de los años cada vez son más las sustancias sustitutivas de la leche que podemos encontrar en el supermercado. ¿Es la bebida de soja una de las mejores con las que podemos contar?   Las propiedades nutricionales de la leche de soja   ¿En qué se diferencian, fundamentalmente, la leche de la bebida de soja? Bueno, el primer apartado, desde luego, es su procedencia. La leche de vaca es de origen animal y la bebida de soja se obtiene poniendo granos de soja molidos y descascarillados a remojo para obtener sus propiedades. Entre estas propiedades se encuentra un perfil nutricional bastante bueno. Especialmente si lo comparamos con otras alternativas “lácteas”. En concreto:   Azúcares   La bebida de soja es conocida por contener un valor energético ligeramente menor que el de la leche. De hecho, normalmente las bebeidas de soja no azucaradas contienen un aporte prácticamente nulo en azúcares. A pesar de ello, es común encontrar bebidas de soja con azúcares añadidos, aunque en baja cantidad. Esto también ocurre a veces con la leche, aunque es menos común debido a su alto contenido en azúcares como la lactosa. En cualquier caso, el aporte de “hidratos de carbono” en las bebidas de soja suele ser mucho menos importante que la cantidad de grasas que contiene, que es mucho menor. Volviendo a los azúcares, en el caso de las bebidas azucaradas, el contenido de ellos es ligeramente mayor en la bebida de soja. Pero que eso no nos engañe. Los azúcares son consumidos mucho más fácilmente que las grasas. Y además, no todos pasan a ser “quemados” para obtener energía.   Fibras   Un aspecto muy positivo de la bebida de soja es que contiene una cantidad considerable de fibra alimentaria, al contrario que la leche de vaca, que no contiene nada. Esto es bueno para el tránsito intestinal y la digestión. (Lea: ¿Por qué la leche de vaca es mejor que la de soya?)   Grasas   Si comparamos la leche de vaca con la bebida de soja nos percataremos de que esta última tiene bastante menos cantidad de grasa. Parte de las grasas de las que carece la bebida de soja es colesterol. Al contrario de lo que pueda parecer, esto es negativo. A medida que comprendemos mejor el papel del colesterol y la forma que tiene nuestro cuerpo de administrarlo, el colesterol ha pasado de ser demonizado a formar parte natural de la dieta. Aunque todavía corren rumores en contra de esta sustancia, lo cierto es que necesitamos colesterol en cantidades normales para poder “construir” nuestros tejidos. La soja, por tanto, sería deficitaria en este sentido. Eso sí, no habría problema si complementáramos esta bebida con otros alimentos. Por otro lado, la cantidad de grasas en general es menor, especialmente en cuanto a las “grasas monoinsaturadas”, lo que es bueno. También contiene una cantidad importante de grasas de origen vegetal, muy buenas para nuestro organismo.   Vitaminas   Aquí es donde la bebida de soja flojea bastante significativamente. En resumen, y antes de comenzar, no se puede sustituir al 100% la leche con la bebida de soja precisamente por carecer del aporte nutricional vitamínico necesario. Eso no quita que no pueda complementarse con otros alimentos, algo totalmente factible. Pero insistimos, no tienen el mismo perfil nutricional. ¿En qué se diferencian? La leche de vaca contiene cantidades sustanciales de tiamina, B2 o riboflavina, niacina, B6 o piridoxina, B9 o Ac. Fólico, B12 o cianocobalamina, Vit. C o Ac. ascórbico, Retinol, diversos Carotenoides como los β carotenos, vitamina A o vitamina D. Sin embargo, las bebidas de soja carecen de gran cantidad de estas vitaminas. Especialmente algunas del grupo de las “B” más importantes, como es la vitamina B12, esencial para nuestro cuerpo. O el ácido fólico, la vitamina B9, de la que carece casi por completo. Por ello se suelen enriquecer con estas, lo que no siempre surte efecto por la biodisponibilidad. Las vitaminas hidrosolubles necesitan pasar cierto tiempo en el interior de nuestro digestivo para poder ser absorbidas. Si no, pasarán arrastradas por el agua sin pena ni gloria.   Calcio   Otro aspecto fundamental de la bebida de soja es su bajo contenido en calcio biodisponible. Al contrario que la leche de vaca, la bebida de soja contiene apenas unos gramos de calcio que, además, por encontrarse ligados a las estructuras vegetales, no son fácilmente asimilables por nuestro cuerpo. No se puede enriquecer adecuadamente la bebida de soja con calcio porque esto no asegura, en ningún momento, la biodisponibilidad del mismo, por lo que hay que buscar el aporte en otra parte. (Lea: Polémica en Perú por leche que no es 100 % leche)   En resumen ¿podemos sustituir la leche por la bebida de soja?   La respuesta rápida es… no. No tienen el mismo perfil nutricional. La carencia de la bebida de soja en cuanto a micronutrientes, calcio y colesterol la hace deficitaria si tuviéramos que sustituir ambas bebidas. Pero cuidado, porque la respuesta más compleja no es tan sencilla. La bebida de soja está especialmente indicada para aquellos que no pueden tomar leche: intolerantes, alérgicos y veganos. ¿Puede estas personas suplir esta diferencia nutricional? Por supuesto. En una parte del mundo contamos con una alimentación excepcional en cuanto a recursos se trata. Pero si tuviéramos que sustituirla totalmente, sin posibilidad de complementarla, la bebida de soja sería deficitaria, como hemos visto. Por el momento, la leche de vaca sigue siendo uno de los alimentos más nutritivos que existen, con un aporte increíblemente positivo para nuestra alimentación. Y aunque existen otras alternativas, ninguna cumple con su perfil nutricional al completo.   Lea el texto original en el siguiente enlace.