Las semillas han sido desde tiempos inmemorables el punto de partida para la agricultura. La importancia de las semillas en el agro va más allá de la producción de cultivos, son la base de la seguridad alimentaria, la preservación de la biodiversidad, y el sustento de las tradicionales agrícolas. (Lea en CONtexto ganadero: Cerciórese de la calidad de la semilla)

En un trabajo elaborado por John Hernández Nopsa, Manuel Patiño Moscoso, Sheilla Moreno Pérez, Juan Sebastián Valencia Sánchez, Shirley Pérez Cantero y Julio Ramírez Durán para Agrosavia, se explica que la semilla genera alimentos, mejora la nutrición de los agricultores, sus familias y de sus animales, provee materias primas y medicinas y contribuye a la conservación del suelo y de las fuentes de agua, pues propaga plantas que renuevan y mantienen los ecosistemas.

¿Cómo se diferencia una semilla sin calidad?

La semilla de calidad es aquella que cumple satisfactoriamente con los cuatro atributos de calidad: el físico, el fisiológico, el genético y el sanitario. Estos le garantizan al agricultor una semilla óptima para sembrar.

Según Agrosavia, es importante verificar y controlar estos atributos durante la producción, el almacenamiento y la conservación de las semillas. Además, le garantiza a los agricultores y productores de semilla buenos rendimientos.

El control de estos cuatros atributos a lo largo de todas las etapas del ciclo de vida de la semilla es fundamental para asegurar su éxito en el campo. Los agricultores deben realizar pruebas y análisis periódicos de las semillas que utilizan para garantizar que cumplen con los estándares adecuados de calidad.

En muchos países, existen normativas y certificaciones que regulan la producción y comercialización de semillas, garantizando que los agricultores tengan acceso a semillas de alta calidad. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo almacenar una semilla de calidad en su finca)

¿En qué consisten los atributos de calidad de la semilla?

1. Calidad física: Agrosavia señala que se refiere al estado y la integridad del lote de semilla. Se evalúa a partir de una muestra representativa midiendo variables como el contenido de humedad de la semilla, la cantidad de impurezas y materia inerte, así como el buen estado de la semilla (sin fracturas, fisuras o partidas)

2. Calidad fisiológica: Da cuenta del desempeño de la semilla, es decir, si está viva y si puede desarrollarse favorablemente en el campo produciendo plantas normales. Se evalúa con variables como la germinación, el vigor y el número de brotes funcionales.

3. Calidad genética: Garantiza la identidad y las características específicas de la semilla de interés. Debe corresponder al tipo de material esperado y no debe tener mezclas.

4. Calidad sanitaria: La corporación describe que este aspecto determina la presencia o ausencia de plagas y patógenos en la semillas. Una semilla de calidad debe estar libre de cualquier plaga o patógeno.