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Ha existido mucho interés en la eficiencia de los hatos lecheros para garantizar una óptima rentabilidad; sin embargo, muchos expertos sugieren que existe una mayor oportunidad económica para que la industria lechera incremente su productividad a través de mejorar la longevidad de la manada.
La mastitis, el desempeño reproductivo, la cojera y los desafíos generados por las enfermedades, son todas razones fundamentales por las cuales se descartan vacas involuntariamente, muchas veces incluso antes de que el animal alcance su lactancia de producción pico. Al enfocarse en la nutrición de minerales para abordar los problemas que generan un descarte temprano, los productores pueden empezar a experimentar las ventajas económicas de la longevidad.
Si bien es cierto que son muchos los factores que conllevan al descarte involuntario, hay muchas investigaciones publicadas que demuestran los beneficios de una mejor nutrición mineral. Los minerales, tales como selenio (Se), cobre (Cu), y zinc (Zn) , todos juegan un papel importante en la inmunidad para combatir las enfermedades como la mastitis, además de atender problemas como la infertilidad y la cojera.
Los requerimientos de minerales de la vaca dependen de varios factores, entre ellos la edad, la etapa de gestación y de lactancia. Con frecuencia se olvida que el requerimiento para una óptima respuesta inmunológica es mayor que para el crecimiento y la reproducción. Las vacas pueden tener una ingesta suficiente de minerales para un crecimiento adecuado y un buen desempeño reproductivo, pero no tener un óptimo desempeño inmunológico.
La lamentable realidad es que cuando se presentan los signos clínicos de deficiencia de minerales, ya se han comprometido la inmunidad, el crecimiento y la fertilidad. (Lea: Los 11 pasos para iniciar un proyecto ganadero)
La meta para la administración de minerales no solamente deberá ser suministrarlos para evitar una deficiencia, sino también para optimizar el estado mineral de los animales y por ende, optimizar la respuesta inmunológica. Se ha demostrado que la administración de oligoelementos como zinc, selenio y cobre en su forma orgánica, como lo son los minerales Bioplex®, aumenta la captación en el animal y se logran niveles de respuesta superiores.
Harmon (1998) suplementó vaquillas a los 120 días pre-parto con 10 ppm de Cu de dos fuentes diferentes (sulfato de Cu o Bioplex® Cu). Las vaquillas suplementadas con Bioplex® Cu tuvieron un menor porcentaje de infecciones confirmadas en las ubres (67,5%) en comparación con los controles (47.5 %) o con las vacas que recibieron sulfato de Cu (45.5 %) y hubo menos cuatros infectados por estafilococos en las vacas suplementadas con Cu orgánico (7,5 %) comparado con los controles (27,5 %) y con sulfato de Cu (31,8 %).
Scaletti et al. (2012) suplementaron a vaquillas a partir de los 60 días pre-parto con 10 ppm de sulfato de Cu o con Bioplex® Cu, proporcionando aproximadamente 110 mg de Cu suplementario por día antes del parto y 200 mg por día posparto. Un cuarto de cada vaca se infundió con E. colia manera de provocación intramamaria para inducir mastitis. Luego de la provocación, las vacas que recibieron el Bioplex Cu presentaban un mayor recuento de glóbulos blancos, menos E. coli en la leche y una mayor producción lechera en comparación con las vacas control y las alimentadas con sulfato de Cu.
Cope et al.(2009) fortificaron las dietas de las vacas lactantes con Zn para proveer el nivel total recomendado, de acuerdo con NRC (2001) ó 60 mg de Zn/kg (para proveer 0,66 del nivel total recomendado, bien sea suplementado en forma de zinc inorgánico u orgánico (Bioplex® Zn). Se concluye que la suplementación de Zn al nivel recomendado redujo el recuento de células somáticas y los niveles de amiloide A en leche, en tanto que la suplementación en forma orgánica al nivel recomendado también aumentó la producción de leche.
Silvestre et al. (2006), administraron dietas que contenían o bien selenio en forma de Sel-Plex® o selenio inorgánico (selenita de sodio), a vacas en el período de 23 días antes del parto. Se demostró que la administración de Sel-Plex® mejoró la inmunidad innata y adaptativa, redujo la aparición de fiebre en vacas multíparas durante los 10 días posparto, mejoró la condición de salud del útero dentro de los 10 días siguientes al parto, aumentó los índices de concepción del segundo servicio y aumentó la producción de leche.
En Kinal et al. (2007) se alimentaron vacas Holstein con dietas similares durante los 305 días de lactancia. Posteriormente las vacas se dividieron en tres grupos experimentales y con métodos análogos se alimentaron con dietas que contenían distintas formas de zinc, cobre y manganeso aplicados en mezclas de minerales.
El Grupo control recibió estos oligoelementos en forma de sulfatos, mientras que el Grupo 2 recibió una mezcla de 50% inorgánico, 50% orgánico, y el Grupo 3 recibió 100% de minerales orgánicos. Las vacas que recibieron Zn, Mn y Cu en forma de Bioplex se caracterizaron por una mayor producción de leche durante los primeros 100 días, así como durante los 305 días de la lactancia; dicho aumento fue de aproximadamente 2,7 kg y 1,45 kg, respectivamente y hubo una reducción en el recuento de células somáticas (SCC) de alrededor de 22 y 34%, respectivamente. (Lea: 13 estrategias para el mejoramiento de la ganadería)
La suplementación de las dietas con selenio, cobre y zinc es importante para optimizar la salud y la reproducción de las vacas lecheras. Las investigaciones han demostrado que una mejor alimentación con minerales puede ayudar a corregir muchos de los problemas que conllevan a un descarte involuntario. Los minerales traza Bioplex® y el selenio orgánico en forma de Sel-Plex® ofrecen una forma natural protegida de suplementación mineral que fortalece la condición inmunológica para mejorar la longevidad y las utilidades financieras del hato lechero.
“El autor pone a disposición las referencias a solicitud de los interesados”