El consumo de productos lácteos es imprescindible en verano, época en la que es habitual descuidar la alimentación debido sobre todo al aumento de las temperaturas y el cambio de rutinas.
Su ingesta ayuda a mantener la hidratación y a recuperar los minerales y las vitaminas que se pierden por la sudoración.
Además, un 35% de los españoles ingieren cantidades insuficientes de calcio, un mineral esencial para los huesos, según datos de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD). Teniendo en cuenta que los lácteos son los alimentos que mayor calcio aportan a la dieta española (hasta un 70%), es necesario reforzar su consumo.
Por ello, consumir leche, derivados lácteos como los quesos, la cuajada, la mantequilla o la nata y complementarlos con preparados como Molkosan y Molkosan Fruit es la mejor manera de mantener una dieta saludable en los meses de verano.
El ‘Libro Blanco de los Lácteos’, creado por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL) en 2014, expone los cinco motivos por los que se debe consumir lácteos en verano.
Hidratación
Al sudar se pierde una gran cantidad de agua del cuerpo y de sales minerales necesarias para las actividades diarias. La leche contiene entre 88 y 91 gramos de agua por cada 100 gramos y aporta vitaminas A, D, y E.
Bronceado
Las vitaminas D y E de los lácteos ayudan a procesar el bronceado. La vitamina D, que se sintetiza con ayuda de la luz solar protege la piel y facilita la absorción del calcio por los huesos. Mientras que la vitamina E, también presente en el aceite de germen de trigo, conserva el moreno ya que favorece la regeneración de la piel.
Control del peso
El calcio y las proteínas que contienen la leche y otros derivados tienen un efecto saciante, por lo que ayudan a evitar picar entre horas.
Conciliar el sueño
La leche contiene triptófano, un aminoácido esencial que promueve la producción de serotonina y ayuda a regular el sueño, por lo que es recomendable tomar un vaso para combatir el insomnio ocasional en esta época.
Gran variedad de lácteos
Se pueden encontrar en forma de yogur, cuajada, queso y son la base de muchas recetas. Además, existen preparados con alta concentración en ácido láctico natural como Molkosan, que lo obtiene a través de suero fermentado procedente de leche fresca de los Alpes suizos. Se trata de un producto ligero y refrescante que elimina toxinas, libre de gluten y lactosa, con sabor dulce y ligeramente ácido y bajo en calorías.
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