Algunas de las prácticas actuales asociadas al manejo de las fincas ganaderas, como el uso de herbicidas, podas y quemas, parecen configurar el escenario perfecto para la extinción masiva de especies arbóreas.
Sin embargo, se podría convertir a los ganaderos en aliados de la conservación de la biodiversidad y así restaurar una parte del bosque perdido. Debido a que la mayoría de los paisajes fragmentados tropicales están dominados por pasturas, la restauración ecológica de los bosques debe estar integrada a la adopción de sistemas silvopastoriles.
Un paso esencial en este proceso es que los tomadores de decisiones sobre el uso de la tierra adquieran conciencia de la singularidad biológica de los bosques existentes y se motiven a restablecer conexiones entre fragmentos de bosques a través del aumento de la cobertura arbórea en sus fincas. Esta cobertura se puede incrementar con elementos del paisaje, como los bosques ribereños y sistemas silvopastoriles (cercas vivas multiestrato, cortinas rompevientos y árboles dispersos en potreros). El proceso de divulgación y concientización de los pro- ductores ganaderos debería incluir las siguientes actividades para cumplir con las metas de conservación de las especies de interés:
• Diseño de materiales divulgativos (p. ej. afiches) y una guía de campo de la flora de la zona de estudio.
• Establecimiento de pequeños viveros en fincas para ?la propagación de plantas en peligro.
• Intercambio de plántulas entre fincas.
• Aumento de la cobertura arbórea mediante el establecimiento de cercas vivas, cortinas rompevientos, árboles dispersos en potreros y bosques ribereños con especies de interés para la conservación. ?
Además de la capacitación, un proyecto de restauración ecológica debería incluir la aplicación de incentivos económicos a productores como subsidios para la reforestación de zonas frágiles, pago por servicios ambiéntales, exoneración de impuestos sobre bienes inmuebles y créditos con tasas de interés bajas. Estos incentivos podrían tener un impacto significativo en el incremento de la cobertura arbórea en fincas ganaderas y así cumplir y mantener las metas de conservación en el largo plazo.