Aunque desconocida para la gran mayoría, lo cierto es que a la leche de yegua se le atribuyen numerosas propiedades que la convierten en un aliado de primera para la salud. ¿Para qué sirve la leche de yegua? Te lo contamos.
Es considerado como un producto novedoso, pero lo cierto es que la leche de yegua es un alimento reconocido por sus propiedades y utilizado desde la antigüedad (como ejemplo, los pueblos mongoles de la Estepa Rusa o los nómadas del Sáhara).
La historia además nos cuenta que Nefertiti, Cleopatra o Sisí la emperatriz se daban baños de leche de yegua y burra. Hoy en día, la leche de yegua sigue siendo un alimento común de la dieta en países como Austria, Alemania o Rusia.
Propiedades
La leche de yegua contiene inmunoglobulina A, ingrediente que ayuda reforzar el sistema inmunitario. Asimismo, es un alimento especialmente rico en ácidos grasos Omega 3 y 6 y en vitaminas (A, B, C, D, E y K), minerales (hierro, calcio, fósforo, magnesio), proteínas, hidratos de carbono y aminoácidos esenciales (triptófano, cisteína).
Propiedades que convierten a esta leche en un alimento ideal para la dieta de las personas sanas y de las que tienen algún problema de salud. Además, la leche de yegua tiene menos grasas, por lo que aporta menos calorías que otros tipos de leche como la de vaca. (Lea: Leche de vaca, búfala, cabra y oveja para las poblaciones vulnerables)
Beneficios
A la leche de yegua se le atribuyen múltiples beneficios. Así, entre los más destacados, resulta ser un alimento ideal para prevenir determinados problemas de salud.
Favorece la limpieza del intestino, en casos de gases o problemas digestivos, y ayuda a regenerar la flora intestinal. Le leche de yegua alivia los síntomas de la enfermedad de Crohn o patologías que cursan con inflamación intestinal.
También está aconsejada en caso de desórdenes metabólicos y para reforzar las defensas (tratamientos de quimioterapia, por ejemplo), así como para prevenir las impurezas y otros problemas de la piel (acné, envejecimiento precoz, psoriasis, eccema…)
Pero hay más beneficios detrás de un vaso de leche de yegua.
Así, los expertos confirman que también es aconsejable en casos de cansancio, trastornos nerviosos ocasionados por el estrés y como un extra de energía para deportistas. También ayuda a controlar los niveles de colesterol.
La leche de yegua tiene además otras particularidades. (Lea: Los lácteos podrían acabar con la desnutrición en el mundo)
Y es que estamos ante un alimento cuya producción es limitada, ya que solo se puede ordeñar a las yeguas durante el periodo de lactancia (en torno a unos cinco meses al año y entre 1,5 y 2 litros al día). La leche de yegua se comercializa liofilizada, un proceso de secado (a bajas temperaturas para transformarla en leche en polvo) que salvaguarda sus propiedades y que permite su conservación durante más de un año.
Lógicamente, la mejor manera de sacar partido a las propiedades de la leche de yegua es incluyéndola dentro de una dieta sana, variada y equilibrada.
Fuente: www.ellahoy.es