En el negocio ganadero, nos dedicamos a producir crías, leche o kilos de carne, claro está que para tener buenos resultados en los tres programas es indispensable tener el alimento suficiente para producir los kilos de carne necesarios, para que los animales estén en buenas condiciones, para producir los mejores resultados. A diferencia de otros procesos productivos agropecuarios, como la avicultura o porcicultura, a veces no tenemos en cuenta muchos detalles, que no cuantificamos sus consecuencias, porque los vemos de una forma normal, tal vez por la razón a la cual me he referido varias veces, que es que en ganadería no tenemos que sacar el chequecito a diario para pagar el alimento, y dejamos a los animales a disposición de unas pasturas y unos tiempos a los cuales ellos tienen que someterse y nosotros no le damos valor ya que no tenemos que pagar por ello. Además, que cuando se manejan volúmenes altos y tenemos que una unidad en ganadería bovina, (vaca, novillo), en estado adulto y ya para salir del programa, sus valores son bastante altos. (Lea: 13 estrategias para el mejoramiento de la ganadería) Como ejemplo vemos que 1 novillo de 500 kilos, pagado a $3,000 tiene un valor de $1.500.000, un viaje de 12 novillos vale $18 millones. Y en caso de ganaderías grandes, muchos no se detienen a tener en cuenta cosas de detalle, como un amigo que visitó mi programa y al comentarle varios detalles, de pequeño productor, me decía que el vendía un viaje semanal, y sacaba lo de reemplazar y pagaba lo de la semana y se tocaba el bolsillo y decía y ahí quedaba algo todas las semanas. Esto es lógico para volúmenes como esos en donde si hacemos cuentas están vendiendo cerca de 600 novillos al año. Esto hace que no nos detengamos en detalles, por ser volúmenes tan grandes que quedan muy buenos saldos, pero es posible que estemos con bajos índices de productividad, Para casos de pequeños, hay varios aspectos que sería interesante analizar, y los cuales nos estén causando problemas, y no los tenemos en cuenta pero al final algo valen. Los perros
En casi todas, si no es en todas, nuestras fincas tenemos perros, animales que queremos, cuidamos, nos quieren y nos cuidan. Pero no debemos permitir o dejar que los perros hagan parte del manejo de los animales, estos son vistos por los bovinos como predadores, además de las pérdidas de nuestros animales por el correteo, les causan un estrés y puede parar los tiempos normales de consumo. Luego de un manejo brusco un bovino puede durar hasta 30 minutos en volver a calmarse y normalizar su ritmo cardiaco.
Este pequeño detalle, donde en fincas los perros hacen a diario el recorrido por todos los potreros, y entran a disputar con los ganados, las mermas en peso debidas al correteo de los animales, sumados al tiempo para en el consumo de pastos, producido mientras se pasa el estrés, multiplicado por el número de animales y por el número de días del año, puede ser una pérdida considerable, que no vemos. Y tan bonito el perro… El estiércol y las purgas Hay un detalle importante que podemos tener en cuenta con simple observación en nuestros predios dedicados a la ganadería. Los bosteos, excretas, o boñigas, que encontramos en el potrero nos dan una guía para conocer datos importantes relacionados con las condiciones y calidades de pasturas y cantidades de agua a las que están expuestos los animales. En el caso de la boñiga, cuando está muy anillada nos muestra que los animales tienen deficiencia de agua y/o que las pasturas están muy lignificadas o secas. En caso que las boñigas están demasiado esparcidas en el área, nos muestras que las pasturas que están consumiendo son muy tiernas, presentando excesos de humedad. (Lea: 10 plantas para tener en cuenta) El mejor caso es cuando un estiércol en buena condición, presenta un buen volumen y consistencia, adecuándose bien al terreno, con un diámetro aproximado a los 30 cm, a estos el Dr. Piñeiro Machado les dice que son “Bosteos con Personalidad”.
Para el caso de animales sanos el estiércol tiene un olor característico y agrádable, pero en caso de haber olores fétidos nos señala que hay daños digestivos. Cuando hay diarreas es porque hay perturbaciones digestivas, pero si observamos sucias las puntas de los isquiones, nos indica presencia de parásitos. En fin la boñiga nos puede indicar como están nuestros animales y nuestras pasturas. Pero además esta es la mejor información que podemos tener para saber el estado interno de nuestros animales en cuanto a la infestación de parásitos. Cuando asisten personas a conocer mi programa siempre les hago una pregunta ¿Cada cuanto purgan? La mayoría me da respuestas enfáticas, como cada 2 meses, cada 4 meses, cada mes, al volver a preguntar un ¿por qué?, pocos tienen una respuesta concreta, diferente al “Siempre lo he hecho así”. Las frecuencias de aplicación de productos las podríamos saber realmente si hiciéramos unos coprologicos que según investigué no valen más de $10.000s. El resultado de este examen nos muestra la necesidad de aplicar ciertos productos y cada cuanto tiempo. Esto nos puede hacer ahorrar mucho dinero si es que lo estamos haciendo las aplicaciones muy temprano o muy tarde. El estiércol nos puede ayudar en gran forma, para ver si nuestros manejos de los pastos los estamos realizando de la mejor forma, si los animales están consumiendo las cantidades necesarias de agua, si los consumos de pasturas son adecuados en cantidad y calidad, y si el estado sanitario de los animales es bueno, Cosas pequeñas pero muy importantes. (Informe: Consumo de plantas tóxicas, un riesgo latente para su ganado) Tamaño de las pasturas La situación ideal es aquella en que un animal es capaz de ingerir la máxima cantidad de pasto posible, con la mejor calidad y con la menor selectividad posible, esto complementado con agua a disposición y abundante y buena sombra para descansar entre los pastoreos (Piñeiro). Es importante que los animales tengan a disposición las pasturas a alturas adecuadas, para que haya un consumo y proceso de alimentación más eficiente. Como en un artículo anterior comenté, la lengua es el principal órgano utilizado por los animales al consumir las pasturas. El proceso inicia, al momento en que el animal envuelve el pasto y lo coloca dentro de la boca, es presionado con los dientes al paladar duro, y se rompe con un movimiento de cabeza hacia adelante.
Esto nos corrobora la necesidad de ofrecerles a los animales las pasturas densas y con alturas cercanas a los 20 o 30 centímetros, buscando un mayor tamaño y mejor tasa de bocados. (Lea: La papa, alternativa de suplemento alimenticio para el ganado) Lo anterior nos muestra que la ingestión de las pasturas está en función del tamaño del bocado y del numero de ellos por minuto mejorando así los tiempos totales de pastoreo.
La ausencia de diente superiores, hace que los bovinos presenten limitantes a la consecución de pastos a menos de 2 centímetros del suelo. Si analizamos lo anterior y teniendo en cuenta en número de bocados, vemos la importancia de tener las pasturas a alturas adecuadas, para lograr que en cada bocado con pasturas entre 20 y 30 centímetros, se recolecte 10 veces más de forraje que en pasturas bajas, así reduciendo sustancialmente el numero de bocados, para recolectar las cantidades de forraje necesarias por animal. En esto hay menos gasto de energia y mejores rendimientos por animal. Cosas pequeñas pero que cuentan en volúmenes y tiempos Estas son solo tres temas de muchos que se pueden presentar en el proceso productivo ganadero, que creo debemos tener en cuenta, porque estamos en un negocio de tiempos largos y de rendimientos bajos, que nos hacen tenerlos en cuenta cada vez mas. Tomado de: http://jairoserrano.com/2014/05/las-cosas-pequenas-en-ganaderia/ Enviado por: Enviado por: Jorge H. García.