Hoy en día, con el avance de la tecnología, somos más conscientes de las alergias e intolerancias que pueden afectar a nuestra salud, por lo que en el mercado cada día son más las alternativas que se nos ofrecen con tal de poder cuidarnos mejor. La leche suele ser uno de los alimentos que puede causar intolerancias, ya que contiene lactosa, lo que puede causar molestias a aquellas personas que sufren este problema. Por lo tanto, encontramos en las tiendas y supermercados una gran variedad de tipos de leche distintas, como aquellas de arroz, avena, avellana o soja. (Lea: Estos son los tipos de leche que consumen los colombianos)
Algunos no quieren dejar de beber la leche de vaca, pero como contiene lactosa deben buscar una manera diferente de hacerlo. Por eso, muchas marcas han creado su misma versión pero sin lactosa, para que aquellas personas intolerantes también puedan consumirla sin encontrarse mal. Sin embargo, son muchas las dudas que se plantean a los intolerantes a la hora de tomar leche sin lactosa, quizás por miedo de saber si realmente está libre de lactosa (para que no pueda hacerles daño) o bien para aquellas personas que no son intolerantes a la lactosa, pero se plantean si la leche sin lactosa es una mejor opción para ellos. Descubre qué es la leche sin lactosa y si es conveniente para ti según tus necesidades. ¿Qué es la leche sin lactosa? Aquellos que no pueden digerir bien la lactosa necesitarán tomar leche sin lactosa u otro tipo de leche con tal de evitar los dolores abdominales y las molestias que la leche de vaca les pueda causar. No obstante, la leche sin lactosa contiene otra sustancia denominada lactasa que hace que la lactosa que contiene la leche de vaca sea más fácil de digerir por aquellas personas intolerantes. (Blog: El lactosuero y su uso como producto) Así pues, es la misma leche con lactosa que la convencional, pero se le añade la lactasa con tal de que las personas con intolerancia a la lactosa puedan consumirla con un menor riesgo de encontrarse mal. Por eso, es importante que sigas la recomendación de tu médico a la hora de tomar cierto tipo de leche, dependiendo siempre de tu intolerancia a la lactosa, puesto que quizás deberías buscar una opción que no contenga nada de lactosa ni lactasa, como este tipo de leche. Las alternativas a la leche de vaca y a la leche sin lactosa son todo ese tipo de leches de origen vegetal, como la de avena, avellana, arroz o soja, que también son sanas y tienen efectos más o menos positivos para nuestra salud. Lo importante es que consultemos con nuestro médico o dietista cuál es la mejor para nosotros si sufrimos alergias o intolerancias. ¿Debo tomar leche sin lactosa si no tengo intolerancia? La leche sin lactosa se creó para aquellas personas con intolerancia a ésta, por lo que no es recomendable que aquellas personas que la toleran perfectamente dejen de tomar la leche convencional, ya que nuestro organismo se acostumbra a esta fácil digestión y luego crea una pequeña intolerancia a la hora de tomar la leche convencional, ya que debe hacer un sobre esfuerzo al que quizás ya no está acostumbrado, haciendo que sintamos dolencias en el estómago o incluso diarreas. (Blog: 7 razones para optar por la leche deslactosada)
Para los niños en edad de crecimiento sin alergias ni intolerancias es recomendable que tomen la leche de vaca convencional, ya que esta les aporta el calcio y las vitaminas que necesitan para completar su crecimiento. Solamente en el caso de que el niño deba dejar de tomar esta leche por consejo de un médico o profesional de la salud deberá entonces dejar de tomarla y buscar una alternativa. Por lo tanto, la leche sin lactosa no es más sana que la leche convencional, sino que es un tipo de leche al que se le añade lactasa para que las personas que son intolerantes a la lactosa puedan disfrutar de un mismo sabor y con un menor riesgo de sentir los dolores y molestias que les puede causar la leche normal. Cuando la intolerancia es más grave, y siempre bajo supervisión médica, deberá optarse por otro tipo de leches de origen vegetal con tal de poder evitar las molestias causadas por la lactosa y sus derivados. Texto original en el siguiente enlace.