En Colombia y el mundo ha predominado el sistema tradicional de ganadería en donde el ser humano les provee a los animales el espacio y las comodidades para sobrevivir.
A pesar de ser este el principal modelo de producción, en el trópico se han venido implementando los sistemas silvopastoriles, modelo que está enfocado en aumentar la productividad, sin olvidar el papel que juega el medio ambiente en el ciclo de producción.
El modelo de ganadería tradicional incluye cinco sistemas diferentes de producción.
El sistema de pastoreo extractivo es aquel en el cual existe poca interacción humana y está basado en lo que puede producir el medio ambiente por sí mismo.
El sistema extensivo tradicional incluye una mayor interacción humana, con el fin de darle un mejor manejo a las praderas y al ganado, mientras que el sistema extensivo mejorado usa pastos mejorados, existe un alto control de malezas, hay buena fertilización de los suelos y se usan sales y suplementos alimenticios.
El sistema extensivo (tradicional y mejorado) constituye aproximadamente el 90% de todas las explotaciones ganaderas del país. (Henao Lafaurie, 2007)
Además de estos, se encuentra el sistema semi-intensivo suplementado en donde la suplementación es el componente esencial, combinado con buenos pastos, fertilización y cercas eléctricas.
Por último está el sistema de confinamiento, en donde no hay pastoreo alguno, sino animales estabulados y se les provee de agua y comida. Este sistema es poco usual en el país y se prevé que crezca poco, debido a los altos costos de los insumos y el poco dinero para invertir por parte de los ganaderos.
Ganado en potrero
Por otro lado, nos encontramos con un modelo que se viene desarrollando desde hace muy poco en Colombia, el silvopastoril. (Lea: Reino Unido y Banco Mundial visitan finca modelo de de Ganadería Sostenible)
Este sistema está basado en la agroforestería, que se puede definir como “aquellos sistemas donde hay una combinación de especies arbóreas con especies arbustivas o herbáceas generalmente cultivadas.” (Henao Lafaurie, 2007)
Lo que se busca desarrollar con este modelo es aumentar la productividad por hectárea, mejorar la rentabilidad para el ganadero y conservar el medio ambiente. En la actualidad se practican varios tipos de sistemas silvopastoriles, los cuales se mencionarán a continuación.
Las plantaciones forestales con pastoreo de ganado: son cultivos de árboles en los cuales se incorpora la explotación ganadera, para obtener una mayor liquidez y poder financiar el proyecto arbóreo.
En otro sistema están los cercos vivos, las barreras contra el viento, los linderos arborizados y los corredores biológicos, que son una manera natural de cercar a los animales y proveerles sombra y otro tipo de alimento.
También se encuentran los sistemas silvopastoriles con manejo de la sucesión vegetal, en donde el ganado va regando las semillas de las plantas y los ganaderos se dedican a hacer podas selectivas, sin arrasar con todo a su paso, como muchas veces suelen hacer.
Por último están los sistemas de alta densidad arbórea, los cuales permiten altas cargas de ganado utilizando la leucaena como principal fuente de alimentación.
Es válido en nuestro país buscar nuevas alternativas que mejoren la productividad de nuestras tierras y aumenten la eficiencia.
Esto, obviamente, sin descuidar el medio ambiente que nos rodea y que nos provee de los nutrientes y alimentos para cultivar nuestros ganados.
Así pues, los sistemas silvopastoriles se perfilan como una mejor opción sobre los sistemas tradicionales porque retienen agua, mejoran la calidad del suelo y del forraje, disminuyen costos y aumentan la producción e ingresos para el ganadero.
Tomado: agronegocios.uniandes.edu.co
Autor: Tomás Jaramillo Restrepo