El Dr. Rattan Lal recibió el Premio Mundial de Alimentos 2020, sus investigaciones y aportaciones se enfocan en la restauración y gestión de la salud del suelo, en la agricultura resiliente al clima y la intensificación sustentable de los agrosistemas.

Por Mario A Santiago*.

Bajo ese contexto, la ganadería regenerativa es un sistema de producción que intenta restaurar los ciclos del carbono y agua, aumenta la biodiversidad y produce alimentos saludables.

La base del modelo es comprender que los sistemas naturales tienen una tendencia natural al equilibrio y a la constante renovación, es decir, se actúa para potencializar los procesos biológicos que acontecen de manera natural en los ecosistemas y que contribuyen a mejorar la fertilidad del suelo.

La ganadería regenerativa busca obtener la mayor rentabilidad por hectárea, haciendo uso de prácticas como el manejo del pastoreo racional Voisin; la disponibilidad contínua de agua limpia, sombra y sales minerales, la eliminación del uso de herbicidas, anabólicos y algunos desparasitantes que dañan los microorganismos del suelo, así como la utilización de razas bovinas adaptadas al entorno, buscando rusticidad y conversión eficiente de forrajes a carne y/o leche.

Asimismo, existen cuatro premisas importantes que utiliza el modelo antedicho: 1) Carga animal adecuada y periodos óptimos de descanso en las praderas, 2) Eficiencia reproductiva, 3) Realización de presión de selección animal por fertilidad y peso al destete y 4) Baja utilización de insumos externos.

La presión por el uso del suelo y el recurso hídrico es cada vez mayor, por lo cual se necesitan sistemas ganaderos que produzcan mayor cantidad de proteína animal en menor superficie, se requieren sistemas ganaderos tropicales que produzcan como mínimo 800 kg. de carne bovina/hectárea/año.

Existen varias iniciativas a nivel mundial para mejorar la eficiencia en la ganadería y mitigar el impacto ambiental en la ganadería. Menciono tres representativas:

• Alianza del pastizal. Tiene como finalidad apoyar y promover la conservación de los pastizales naturales y su biodiversidad, a través de acciones coordinadas entre los diferentes sectores de la sociedad como: productores, organizaciones civiles, academia y gobiernos de Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil. Actualmente, cuentan con el Programa Carne de Pastizal (PCP) que logró certificar la carne producida en los ranchos que implementan tecnologías que disminuyen el impacto ambiental, logrando una bonificación diferencial para el productor por parte del comprador.

• Grassland Restoration Project. Dos de los mayores compradores de carne de res de EU, la World Wildlife Fund (WWF), y ganaderos en las Grandes Llanuras del Norte tienen un programa de restauración de pastizales de tres años. El objetivo es restaurar las praderas que utilizan los ganaderos, la vida silvestre y el medio ambiente.

• Se contempla restaurar casi 8,000 acres de pastizales, con la reintroducción de pastos nativos, para mantener el equilibrio del ecosistema con ayuda de los herbívoros y capacitar a los ganaderos para que implementen prácticas sostenibles de pastoreo.

• Plan de Agricultura Bajo en Carbono (ABC). Es una iniciativa de crédito en Brasil que proporciona préstamos a bajo interés para realizar prácticas agrícolas sostenibles como: labranza cero, restauración de pasturas degradadas, integración de cultivos, ganado y bosques, plantaciones comerciales forestales, fijación biológica de nitrógeno, y tratamiento de desechos animales.

Los ejemplos anteriores contribuyen a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Por su parte, los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), mediante el financiamiento a proyectos sostenibles y la capacitación otorgada en sus Centros de Desarrollo Tecnológico (CDT) continúa fomentando una gestión sustentable de los recursos naturales, con el firme objetivo de contribuir a la sostenibilidad de la producción de alimentos.

*Mario A. Santiago Ortega es especialista del Centro de Desarrollo Tecnológico (CDT) de Tantakín, Tzucacab, Yucatán. La opinión aquí expresada es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.

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