La solarización del suelo es una técnica agrícola cada vez más conocida por su eficacia en la eliminación de microbios, control de enfermedades, plagas y malezas, con el uso del calor solar. Sin embargo, sus beneficio van mucho más allá de la simple erradicación de patógenos, pues también contribuye a fortalecer los cultivos, mejora la salud del suelo y es una práctica sostenible porque únicamente se basa en la energía solar y el agua. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Ha escuchado de la solarización y biosolarización para eliminar malezas sin químicos?)
De acuerdo con el portal EOS, esta estrategia consiste en cubrir la tierra con una lámina transparente a prueba de aire, generalmente de plástico, para atrapar la energía solar. Esto provoca un aumento de la temperatura del suelo, especialmente en las capas superiores, alcanzado entre 42 y 60° en los primeros 5 cm de profundidad, dependiendo del clima y la ubicación.
A estas temperaturas, muchos microorganismos patógenos, insectos, nematodos, semillas de maleza y otros agentes nocivo no sobreviven.
Aunque el objetivo principal es el control de plagas y enfermedades, este método también influye positivamente en la composición del suelo, promoviendo la liberación de nutrientes, mejorando la estructura del suelo y contribuyendo a la sostenibilidad al evitar el uso de químicos agresivos.
En ese sentido, se puede afirmar que los beneficios de la solarización están relacionados con el control de malezas, enfermedades y plagas, mejora de la salud y fertilidad del suelo, prevención de erosión del suelo y el respeto al medio ambiente.
EOS asegura que si bien los beneficios de la solarización son numerosos, su implementación requiere una planificación cuidadosa y un conocimiento específico. La correcta ejecución del proceso es fundamental para obtener resultados óptimos, ya que factores como el tipo de suelo, la época del año y la duración de la solarización pueden influir en su eficacia. (Lea en CONtexto ganadero: Aprenda cómo puede desinfectar el suelo usando la energía del sol)
Para implementar esta técnica hay que tener en cuenta ciertos factores:
- Tipo y color del suelo: Los suelos de diferentes texturas tienen distintos niveles de retención de calor, lo que puede afectar la eficacia de la solarización. Además, suelos oscuros absorben más calor que los claros, lo que puede influir en la temperatura alcanzada durante el proceso.
- Presencia de maleza: Las plantas presentes pueden bloquear el calor y reducir la efectividad del tratamiento.
- Estación del año: La duración del tratamiento depende del clima; en regiones cálidas puede bastar con 4 o 6 semanas, mientras que en zonas más frías puede ser necesario prolongar el proceso.
- Humedad del suelo: Se recomienda humedecer el suelo antes de colocar la cubierta plástica, porque el agua aumenta la conductividad térmica del suelo y potencia el efecto del calor.
- Tipo de plástico: El plástico transparente es preferible porque permite el paso de la radicación solar, atrapa el calor y mantiene la temperatura alta durante más tiempo.
Preparación del suelo
EOS menciona que antes de iniciar el proceso de solarización, es fundamental llevar a cabo ciertas actividades agrícolas preparatorias, que incluyen:
- Eliminación de restos vegetales.
- Labranza y aireación del suelo.
- Preparación de elevaciones.
- Instalación de sistema de riego por goteo.