Durante muchos años todo lo relacionado con la ganadería ha sido fuertemente criticado, principalmente por el impacto ambiental que provocan las grandes emisiones de gases con efecto invernadero, entre otras consecuencias.

Sin embargo, existen muchas personas que siguen buscando la forma de poder trabajar la ganadería de una manera sustentable y respetuosa, tanto con los animales, como con el medioambiente.

Con esta misma finalidad, es que en el año 2016 entró en vigor la Nueva Agenda Global 2030 propuesta por la ONU que consiste en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para terminar con la pobreza, proteger la Tierra y mejorar la vida de todas las personas. Según la Dra. Ana Guerrero, colaboradora Cátedra Cooperación para el Desarrollo de la Universidad de Zaragoza, el sector ganadero, particularmente estaría vinculado directamente con al menos 6 ODS: fin de la pobreza, hambre cero, producción y consumo responsable, acción por el clima, vida y ecosistemas terrestres, y alianzas”.

La ganadería puede ser una forma eficaz para mejorar las condiciones de vida de muchas personas, especialmente en áreas rurales y/o lugares del mundo donde la pobreza y hambruna abunda. Sin embargo, la producción ganadera es una de las grandes responsables del cambio climático puesto que se le atribuye un 14,5% de las emisiones de gases invernadero. Entonces, “se puede considerar un sector clave en la mitigación de emisiones, así como imprescindible para garantizar la mejora y seguridad alimentaria mundial” (A. Guerrero, 2020).

Esta paradoja puede encontrar una solución si es que se buscan caminos que permitan innovaciones y estrategias para una producción más eficiente, responsable y sostenible. Esto sin duda necesita de que se replanteen los modelos actuales de producción y consumo. De esta necesidad nace la ganadería regenerativa.

¿Cómo se desarrolla la ganadería regenerativa?

La Ganadería Regenerativa surge como una alternativa innovadora al manejo y crianza de ganado, teniendo como objetivo promover la biodiversidad de los ecosistemas donde viven estos animales, favoreciendo la recuperación del suelo.

Rafael Larraín, ingeniero agrónomo e investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC) explica que “el proceso de transición para la mejora de estos suelos permitirá comenzar a recuperar estos ecosistemas, aumentar la biodiversidad en y sobre ellos, y echar a andar los procesos biológicos que después sostendrán la nueva forma de producir”.

Pero, ¿cómo funciona esto?

Isidora Molina, médico veterinaria y fundadora de Efecto Manada, hace algunos años lleva implementando una metodología llamada “Manejo holístico” la cual plantea que un buen manejo del ganado se cimienta en imitar el comportamiento que tenían los rebaños de pastoreo salvaje en la antigüedad. De esta forma, se puede “mejorar la salud del suelo, la utilización de la lluvia, nutrientes, la productividad del pasto, y mover cantidades masivas de carbono y agua de la atmósfera al suelo”.

Isidora explicó a Ladera Sur lo siguiente: “Hay ambientes como los que tienen déficit hídrico o distribución estacional de la humedad, que estrictamente necesitan herbívoros para que esas plantas puedan volver a ciclar, para que esa tierra pueda tener humedad y microorganismos que los herbívoros tienen en su sistema digestivo. Eso sí, pasa en algunos ambientes, por ejemplo los bosques siempre verdes, que están cerrados sin herbívoros. Hay montones de microorganismos. Hay como un sistema digestivo en los bosques”.

En resumen, lo que nos enseñan Isidora y Rafael es que debemos entender cómo funciona la naturaleza desde tiempos milenarios para poder replantearnos nuestros sistemas de producción e intentar encontrar un equilibrio que favorezca el cuidado del medioambiente y la sostenibilidad.

Si te gustó este tema, te sugerimos ver el documental "Besa el suelo" disponible en Netflix.

Texto original en el siguiente enlace.