Actualmente el ganado lechero en América Latina enfrenta un desafío por la presencia de múltiples micotoxinas en las raciones de alimento que consumen y los ganaderos locales tienen que responder a este problema a través de un abordaje integral, basado en la evaluación de riesgos con el fin de controlar la amenaza de la contaminación. Esta es la opinión de Alltech, especialista en salud y nutrición animal a nivel global. Alltech puede fundamentar su últimas recomendaciones respecto al manejo de las micotoxinas en un análisis detallado de muestras del alimento balanceado proveniente de explotaciones lecheras que se sometieron a pruebas durante los últimos dos años. “Los resultados más recientes de nuestro programa de análisis avanzado 37+™ demuestra que más del 96% de las muestras de alimento sometidas a pruebas durante este período estaban contaminadas con micotoxinas. Más aún, “Los datos confirman que el espectro de micotoxinas que contaminaron las dietas de las vacas lecheras en México es extremadamente amplio”, afirmó Camilo Beck de Alltech. Durante el 2014 y el 2015 Alltech analizó muestras de 174 raciones mixtas totales - TMR, ensilaje de maíz y ensilaje de sorgo provenientes de distintas explotaciones ganaderas en todo México; 96;55% de las muestras estaban contaminadas con al menos una micotoxina. (Lea: ¿Cómo evitar las micotoxinas en bovinos?) “Lo evidente es que actualmente, los alimentos administrados al ganado lechero en México contienen por lo general una serie de diferentes micotoxinas. En realidad más del 80% de las muestras probadas contenían al menos cuatro micotoxinas diferentes, con una contaminación promedio de 6 micotoxinas distintas por cada muestra de alimento”, afirmó el Sr. Beck Las micotoxinas con mayor prevalencia detectadas en los alimentos terminados fueron Ácido Fusárico (83% de las muestras), Fumonisinas (82%), Tricotecenos Tipo B (71%), Toxinas del cornezuelo (55%), Tricotecenos Tipo A (31%), Ocratoxinas (28%), Penicilliums (29%), y Aspergillus (27%). Resulta preocupante que 14% de las muestras también contenían Aflatoxinas, con un 3% positivo para Aflatoxina B1. Esto resulta especialmente preocupante porque toda Aflatoxina B1 que se escapa de la degradación ruminal se convierte en el hígado en Aflatoxina M1, que posteriormente se excreta en la leche con una tasa de transferencia que oscila entre 1% y 6%1,” declaró el Sr. Beck. Afortunadamente, gracias a su programa 37+, Alltech puede brindar a los ganaderos un panorama mucho más preciso de la contaminación total por micotoxinas en sus alimentos y, muy importante, establecer el riesgo global (REQ) que cada grupo de micotoxinas pudiera significar para los animales que consumen el alimento. En base a las 174 muestras analizadas recientemente, el riesgo REQ para el ganado lechero en México es alto. “También podemos ayudar a los ganaderos a evaluar la múltiple amenaza que representan las micotoxinas sobre su unidad, trabajando a través de un proceso de evaluación de riesgo de micotoxinas basado en los principios HACCP. Nuestra auditoría PACPC en la granja comienza por examinar los granos y otros alimentos en la granja, incluyendo los forrajes en las explotaciones ganaderas. También pasamos tiempo con los animales y hablamos acerca de cómo estos se están desempeñando para tener una idea de su salud y fertilidad en general,” afirmó el Sr. Beck. (Lea: Micotoxinas en la comida de vacas pueden generan mastitis) Luego de la auditoría PACPC, los productores reciben un informe por escrito. Los ganaderos también pueden optar por una evaluación del riesgo más completa, solicitando un análisis detallado de la contaminación por micotoxinas en sus alimentos, a través del programa de diagnóstico 37+.
Autor: Camilo Beck, Gerente Técnico de Alltech para Latinoamérica
Texto original en el siguiente enlace