Dentro de estos negocios hay uno que supone la mayor rotación de animales: el levante. (Blog: Los 11 pasos para iniciar un proyecto ganadero)
El ganado de levante son los animales destetos, tanto machos como hembras, que están en periodo de crecimiento, tienen un peso de más o menos 200 kg y una edad que oscila entre los 8 meses y el año de edad. El negocio consiste en levantarlos hasta un peso de aproximadamente 350 kg (o lo que pida el mercado) para continuar una ceba o venderlos a ganaderos que se dediquen al negocio de la ceba.
El éxito del negocio está en saber comprar. Lo óptimo es comprar animales que tengan dos meses de haber sido destetados, que estén relativamente emaciados (pero no caquécticos) y que tengan las características que demanda el mercado (por ejemplo, castrados, descornados y de las razas y capas preferidas). Adicionalmente, es preciso saber en qué época del año se compra; usualmente los conocedores del negocio en ganaderías tropicales compran en verano que es cuando el precio del ganado está en el punto más bajo (claro, para esto hay que tener disponibilidad de forraje).
Una vez llega el camión a la finca con el ganado de levante, se debe marcar, desparasitar, suministrar vitaminas y pesar todo el ganado. Entre menos se encorrale el ganado, mejor (esto evita pérdida de peso y de tiempo), así que sugerimos utilizar desparasitantes de larga acción. En el corral además, se deben conformar los grupos, es decir, procurar grupos homogéneos en cuanto a sexo y tamaño.
Si bien el ganado de levante tolera pendientes topográficas es importante revisar previamente el estado de las cercas y hacer los correctivos pertinentes para evitar lesiones o muerte del ganado (el ganado de levante es bastante nervioso e inquieto). Se sabe, eso sí, que las hembras de levante se comportan mejor en pendientes que los machos y son menos susceptibles a rodarse por las cuestas. (Informe: Así funcionan los ciclos productivos de las ganaderías)
Al igual que para otros negocios de ganadería, en el levante se tiene la opción de establecer sistemas intensivo, semi intensivos o extensivos; lo importante es garantizar la frecuencia y la calidad del suministro de alimento al ganado. Si el ganado de levante se atrasa, es decir pierde ganancia de peso corporal por razones de alimento o enfermedad, se pierde dinero, y por experiencia propia, podemos afirmar que no hay nada más complicado que recuperar animales atrasados.
La venta también debe ser planeada estratégicamente, es decir, ofrezcamos el ganado en subasta, a comercializadores o ganaderos en la época en la que el precio del ganado esté más favorable para nosotros. Por tal razón, y para poder sostener el ganado de levante mientras esperamos precio, sugerimos no sobrecargar con animales los potreros o la producción, con el fin de tener un remanente de forraje.
Fuente: abc.finkeros.com