logoHeader
carne-buey

Foto: foodandstyle / iStock

Carne de buey.

blog

Diferencias entre la carne de buey y de vaca vieja

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

Para que no te meran gato por liebre (o vaca por buey), toma nota de cómo diferenciar estos tipos de carne.

Si eres un auténtico especialista de la carne, seguro que a ti no te meten gato por liebre, aunque existen razas de ganado y tipos de carne que son muy fáciles de confundir, y a quien se aprovecha de ello.

Es probable que te haya ocurrido en más de una ocasión que en la carta de algún restaurante hayas visto que tienen chuletón de buey, por ejemplo, a un precio bastante económico, algo que de primeras nos hace dudar de si realmente es lo que nos están vendiendo.

Con la carne de vaca vieja ocurre que en ocasiones la podemos confundir con carne de buey, aunque si hablamos de buey, hablamos de animales castrados y mayores a 48 meses de edad. Por su parte, cuando hacemos referencia a la vaca vieja, hablamos de animales que se retiran de la producción de leche, y que tras un periodo de varios meses de ceba se sacrifican.

Para que no te vendan una cosa por otra, te contamos unos trucos para aprender a identificar un tipo de carne y otro.


Las diferencias: del precio a la textura

Según explican desde Discarlux, podemos diferenciar la carne de buey de la de vaca vieja en precio, saber, grasa y textura. "El precio de la carne de buey es superior a 40 euros/kg. Esto se debe a los altos costes de producción que tienen los bueyes y al coste de su maduración que son muy superiores que los de la vaca. La carne de buey puede estar madurando entre 90 a 120 días aprox. Mientras que la de la maduración de la vaca está entre 30 a 50 días para su consumo óptimo. Si te dan carne de buey a un precio “asequible” es que no es buey", aseguran desde la productora cárnica.

En cuanto al sabor, "el sabor del buey es un sabor más intenso que el de la vaca, debido a varios factores, entre ellos, el tiempo de maduración, infiltración intramuscular, raza y años de vida de este impresionante animal".

La grasa es otro de los factores donde encontramos la diferencia, ya que la del buey es de color ámbar, tirando a dorado, siendo esto indicativo de que el animal ha tenido una alimentación natural con pasto y cereal. En cuanto a la textura, la carne del buey tiene grasa entrevetada al igual que un jamón ibérico de bellota. Este aspecto denota una carne de calidad excepcional.

Fuente: 20 Minutos