Durante los primeros seis meses de vida los bebés toman solo leche (materna o fórmula de inicio). A partir de entonces, complementan la leche con otros alimentos y, a partir del año de vida, pueden tomar leche de vaca. Pero, ¿cómo hacer el cambio de una leche a otra?
Cuándo puede ofrecerse leche de vaca
Durante los primeros seis meses de vida, la leche materna en exclusiva es el alimento ideal. Si no se desea o no se puede amamantar, los bebés tomarán fórmula de inicio.
Entre los 6 y los 12 meses de edad la leche materna sigue siendo el alimento principal, aunque debe complementarse con otros alimentos (lo que se conoce como alimentación complementaria).
Hacia los 9 o 10 meses de edad pueden ofrecerse pequeñas cantidades de derivados lácteos, como yogur o queso. A partir del año de edad los niños pueden tomar leche de vaca entera como bebida principal, según las recomendaciones de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición (ESPGHAN). La razón de no ofrecerla antes es, entre otras cosas, porque es un alimento bajo en hierro y además tiene un alto contenido en proteínas.
Si está tomando lactancia materna, ¿necesita otra leche?
La OMS recomienda lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, pues la leche materna cubre todos los requerimientos nutricionales en esa etapa y aporta múltiples beneficios.
A partir de los seis meses, sin embargo, es necesario complementarla con otros alimentos. La leche materna continúa siendo un alimento excepcional hasta los 2 años o más, siempre que la madre y el bebé así lo deseen. Si se realizan 4 o 5 tomas de leche materna al día no es necesario tomar otros lácteos. Sino, puede complementarse la leche materna con otros lácteos o con otros alimentos ricos en calcio.
Cómo introducir leche de vaca si toma el pecho
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Como hemos visto, los niños mayores de un año que realizan 4 ó 5 tomas de leche materna al día no necesitan otro aporte de lácteos. Pero si esto no es así, debe introducirse en la dieta leche de vaca, derivados lácteos u otros alimentos ricos en calcio. El sabor de la leche de vaca es totalmente diferente al de la leche materna por lo que a algunos niños no la aceptan con facilidad. Lo ideal es ofrecerla en pequeñas cantidades para que vayan aceptando el nuevo sabor, siempre sin forzar y con paciencia. Recordemos que para aceptar un nuevo alimento, a veces necesitan probarlo hasta 10 o 15 veces.
A los 12 meses los niños son perfectamente capaces de beber de un vaso, por lo que no es necesario introducir el biberón para tomar la leche de vaca.
Respecto a la temperatura, algunos niños toman la leche fría, otros templada y otros caliente. Como la leche del pecho sale templada, es posible que estos niños prefieran tomar también así la leche de vaca.
Aunque ya hayamos introducido la leche de vaca, la lactancia materna sigue aportando múltiples beneficios y, según la OMS es recomendable mantenerla hasta los 2 años o más siempre que la madre y el niño lo deseen.
Cómo introducir la leche de vaca si toma fórmula
Al igual que en el caso anterior, lo ideal es ofrecer la leche de vaca poco a poco y sin forzar. Algunos niños la aceptarán sin problema y podremos ir rápidamente sustituyendo tomas de fórmula por leche de vaca. Otros, sin embargo, serán más reacios a aceptar el nuevo sabor y tendremos que ir más despacio.
Podemos ofrecer la leche de vaca en vaso, pues a estas edades ya son capaces de beber así. Si aún toman biberón, también podemos introducir la leche de vaca en biberón y hacer el cambio al vaso un poco más adelante.
No hay una manera única de realizar el cambio de leche de fórmula a leche de vaca y cada familia debe encontrar la que mejor se adapte a su bebé.
Si ha ido probando pequeñas cantidades de leche de vaca, le gusta el sabor de la leche de vaca y la toma bien, podemos sustituir directamente una de las tomas de leche de fórmula del día por leche de vaca, y poco a poco ir sustituyendo las demás.
También podemos ofrecerles en cada toma una pequeña cantidad de leche de vaca y completar posteriormente con fórmula. Progresivamente iremos aumentando la cantidad de leche de vaca y disminuyendo la de fórmula.
Otra opción es mezclar ambas leches en el biberón o vaso. Por ejemplo, si un niño toma habitualmente 150ml de leche de fórmula, podemos poner 120m de fórmula y añadir 30ml de leche de vaca. Poco a poco iremos aumentando la cantidad de leche de vaca y disminuyendo la de fórmula (60ml leche de vaca/90ml fórmula, 90ml leche de vaca/60ml fórmula...) hasta que la totalidad del biberón o el vaso sea de leche de vaca.
¿Y si no quiere tomar leche?
Como en muchas ocasiones el cambio a la leche de vaca es difícil, muchos padres se preguntan preocupados si su hijo estará recibiendo suficiente aporte de calcio. La cantidad diaria de calcio recomendada para niños entre 1 y 3 años es de 700 mg, que se consigue con aproximadamente 500ml de leche (2 vasos).
Si no les gusta la leche pueden tomar derivados lácteos (yogur, queso...). Un vaso de leche aporta la misma cantidad de calcio que un yogur y medio, 100g de queso fresco o 40 gramos de queso curado.
Y la leche no es el único alimento rico en calcio. Verduras como las espinacas o las acelgas, pescados como las sardinas, las anchoas, el besugo o la dorada; las almendras, la yema de huevo o las legumbres aportan también una gran cantidad de calcio.
Añadir a la leche miel, azúcar o chocolate (tipo ColaCao) con el fin de que les guste la leche no es en absoluto recomendable. Es preferible tener paciencia y ofrecerla poco a poco hasta que la vayan aceptando. Sí puede probarse con cereales (saludables, las papillas de cereales no son, ni mucho menos imprescindibles) o con fruta.
La OMS recomienda una ingesta reducida de azúcares libres a lo largo de toda la vida. Además, aunque es un alimento muy rico nutricionalmente hablando, la leche de vaca no es imprescindible en la dieta. Puede sustituirse por derivados lácteos u otros alimentos ricos en calcio como hemos visto.
Artículo tomado del siguiente enlace.