Si su predio se encuentra dentro de un ecosistema de sabana inundable, tenga en cuenta estas recomendaciones para desarrollar su producción ganadera preservando el medio ambiente.
Luego de un análisis desarrollado en la sabana inundable del Casanare, la fundación Horizonte Verde en conjunto con The Nature Conservancy (TNC) y con el apoyo de organizaciones ambientales de Colombia desarrollaron un Manual de estrategias para mejorar la productividad ganadera en la sabana inundable de la Orinoquía. A continuación, una serie de recomendaciones para desarrollar un sistema silvopastoril adecuado para este ecosistema.
Lo primero que sugiere el manual es la siembra de algunas especies de árboles nativas de la Orinoquia colombiana, adaptadas a las condiciones bioclimáticas de la zona, con potencial de uso en sistemas silvopastoriles con árboles dispersos y/o en cercas vivas, como son los árboles dendroenergéticos como el Yopo (Anadenanthera peregrina), Nauno o Igua (Pseudosamanea guachapele), árboles que proporcionen madera y alimento para los animales como el Guácimo (Guazuma ulmifolia), Cachicamo (Calophyllum brasiliense), Bucare, entre otros, así como algunos árboles frutales como el Hobo (Spondias mombin), Guayaba (Psidium guajava), Guamo (Inga sp), Mango (Mangifera indica) y Madroño (Garcinia madruno). Además, aseguran que podrían considerarse árboles como el laurel (Nectandra cuspidata), guarataro (Vitex orinocense), pionío (Ormosia macrocalyx), masaguaro (Samanea cf inopinata), totumo de agua (Crescentia amazonica), ciruelo de agua (Simaba guianensis) y guafilla (Guadua paniculata).
En cuanto a la ubicación de los sistemas silvopastoriles con árboles dispersos y su distribución espacial, sugieren una concertación con propietarios de las reservas naturales y/o hatos ganaderos, para que sea un lugar escogido fruto del conocimiento de la dinámica natural del ecosistema y de las exigencias técnicas para su establecimiento y funcionalidad de uso.
Y para obtener las semillas de las especies que se escojan según el interés y conveniencia para cada predio, pueden ser colectadas de árboles semilleros de las reservas o hatos, con un previo levantamiento botánico e inventario de flora, o en caso de que no se encuentre la semilla del árbol objetivo, sugieren apelar al apoyo entre propietarios y en algunos casos, extracción de plántulas de las zonas de bosque sin afectar su multiplicación natural al interior del mismo.
Recomendaciones para plantar árboles
Para adelantar el enriquecimiento o establecimiento de árboles dispersos ligados a la ganadería de sabana inundable, el manual sugiere algunas formas en las que se debe llevar a cabo la plantación:
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El vivero debe, preferiblemente, tener una capacidad ideal para producir 5.000 plantas al año, que cubren las necesidades para cubrir 3 zonas de árboles dispersos o parches de los mismos.
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El área inicial debe ser de ¼ de hectárea, con perspectivas de ampliación según la necesidad.
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Preferiblemente buscar asesoría agro-ecológica integral para la plantación.
4. Identificar las especies a ser sembradas ya que deben ser de especies nativas por su mayor importancia ecológica, rápido desarrollo y adaptación adecuada para cada lugar. Para esto es necesario revisar los listados de cada reserva y/o hato y las necesidades que presenta cada predio según su oferta ambiental.
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Hacer la distribución de las especies, trazado, ahoyado, abonamiento de terreno siembra y acompañamiento: Una vez sembradas las plántulas se debe acompañar el proceso hasta que las plantas presenten un buen desarrollo y no demanden asistencia para su permanencia, que en la zona puede llevar de uno a dos años.
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Tener un adecuado control de incendios durante la época seca es indispensable. Conviene diseñar corredores de contención del fuego alrededor de las áreas sembradas o recuperadas, con ayuda de maquinaria agrícola cuando así se requiera.