Pues si, tal y como lo leéis, ese queso que usamos tanto en repostería, denso y cremoso.
Desde que le vi esta receta a @pinitosdecocina en Instagram, si no la conocéis, ya estáis tardando, aunque lo dudo mucho, sabía que la tenía que preparar.
Nunca falta en mi nevera, para hacer rellenos en las tartas, para preparar Tiramisú. La verdad es que me encanta y ahora que sé que lo puedo hacer de forma casera pues ya ni os cuento.
Tan solo necesitamos dos ingredientes, que eso me parece lo mejor de todo.
No sé si os pasa, pero hay veces que por muy apetecible que me parezca algo, cuando veo lo elaborado que es, la de cosas que se necesitan, sobre todo si es para preparar algo “base” (otra cosa es si es para preparar el resultado final), me da una pereza que no puedo con ella y al final cae en el olvido y tiro de comprarlo preparado.
Pero este no es el caso, como os he dicho, solo dos ingredientes y un par de utensilios y vamos a tener un queso Mascarpone digno de un postre increíble (que os prometo que haremos en próximas recetas)
Pues como os digo, tan solo necesitamos para su elaboración, un caso, un trapo para poder filtrarlo (yo he usado las gasas de los bebes que se han usado toda la vida), un colador y si tenemos un termómetro perfecto, pero no es obligatorio.
De modo que, si os parece, como no vamos a tardar nada, nos ponemos el delantal para comenzar con nuestro apreciado ritual, aunque este va a durar menos que una canción.
Ingredientes
- 1 litro de nata (al menos 35% materia grasa)
- 25 gr. de zumo de limón.
Preparación
- Ponemos la nata a calentar en el cazo, hasta alcanzar 85º, si no tenemos termómetro de cocina, lo retiraremos justo cuando vemos que empiezan las primeras burbujitas de querer romper a hervir.
- Añadimos el limón y movemos un poco para que se integre bien.
- Dejamos reposar hasta que esté prácticamente frío, veremos cómo va espesando poco a poco, no hay que moverlo.
- Cuando lo tengamos a temperatura ambiente lo vamos a pasar a nuestro paño.
- Ponemos un recipiente donde se irá filtrando el suero de leche, ponemos el colador y el paño, que yo he usado doble para un mayor filtrado, pero no es necesario.
- Ponemos la nata en el centro y con cuidado tenemos que atarla a modo de saco, tal y como se ve en la foto.
- Dejamos reposar en la nevera un mínimo de 24 horas, veremos que va soltando todo el suero de leche.
- Pasado este tiempo, solo nos queda recoger nuestro queso y usarlo en lo que más nos guste.
Os garantizo que infinitamente mejor que el que compremos ya listo.
El suero de leche, evidentemente no se tira, nos va a servir para preparar bizcochos, pan y otros tipos de masas en los que lleva una base de agua, que podremos sustituir por ese suero y quedarán mucho más esponjosos. Lo podéis congelar sin ningún problema
Pues solo os aviso, que la semana que viene tendremos una receta en la usaremos este Mascarpone, de modo que ya me estáis tardando en prepararlo porque además es algo que me habéis pedido mucho, aunque ya sabéis, con una vuelta de tuerca dada, como a mí me gusta.
Artículo tomado del siguiente enlace.