La carne de caballo es muy similar a la carne de res y otras proteínas rojas como la de cabra, pues lejos de presentar un sabor o textura única, en apariencia es complicado distinguirla a simple vista a menos que se presta atención a ciertas señales de alerta o indicadores que hacen más fácil el proceso.
La de caballo cuenta con menos contenido en grasa que la res o cordero normal, pero si se trata de identificarla al primer momento en que se adquiere en el mercado y evitar confusiones en donde los vendedores ofrezcan un tipo de carne que no es, toma en cuenta las siguientes recomendaciones con las que podrás aprender a diferenciarlas de forma sencilla y rápida.
Así puedes distinguir la carne de caballo de la carne de res
Toma nota de cada recomendación y ponla en práctica.
- La carne de caballo es muy diferente a la de bovino, pues es más oscura y tiene un grosor llamativo.
- Su grasa es amarillenta, se puede observar que esta presenta un tono amarillento, a diferencia de la res que suele ser blanca.
- Al momento de la cocción, hace espuma y la carne disminuye su tamaño.
- En cuanto a sabor, la carne es más dulce porque tiene una reserva de glucógeno intramuscular que no tiene la carne bovina.
- Organolépticamente, está considerada como una proteína de origen animal muy tierna debido al colágeno polimerizado que posee.
Ponlo en práctica estas señales para distinguir la carne de caballo de la carne de res y así llevar a casa un alimento de calidad, listo para cocinarlo dentro de una deliciosa receta y aprovechar al máximo sus cualidades. Cabe mencionar que este tipo de proteína es una de las carnes mas valoradas nutricionalmente.
Fuente: Gastrolab