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Cómo congelar leche fresca para conservar sus beneficios

13 de Junio 2016

La razón por la que muchas personas hoy en día está interesada en la congelación de la leche se debe a que en algunas partes del mundo, los productos lácteos frescos son difíciles de conseguir, por lo que se preparan recorriendo un largo trayecto para abastecerse de grandes cantidades una vez al mes por lo menos.   El interrogante de muchos es, ¿puedo congelar la leche fresca para mantenerla en su mejor estado hasta mi próxima compra? La buena noticia es que, ¡sí, definitivamente! Se puede congelar la leche sin ningún problema.   Tanto la leche cruda como la pasteurizada se pueden congelar, ya que no daña su perfil nutricional ni destruye las enzimas y probióticos en el caso de los productos lácteos crudos. El Dr. Weston A. Price, autor del clásico libro, Degeneración Física y Nutricional, encontró que, incluso después de haber sido congelada por un año, la mantequilla no sufrió ninguna degradación en cuanto a su perfil de enzimas o vitaminas liposolubles.  

Cómo congelar leche fresca manteniendo sus beneficios   La parte más difícil sobre la congelación de la leche, crema, mantequilla, suero de leche, yogur o kéfir, es elegir el recipiente más adecuado para su uso. Personalmente recomiendo cristal para congelar la leche y otros productos lácteos, pero debido al peligro de rotura, hay que tomar en cuenta algunos aspectos. Asegúrate de que el envase no esté totalmente lleno y que la tapa quede semi abierta para liberar cualquier presión que se acumule y, sobre todo, que el cristal sea lo suficientemente grueso y soporte bajas temperaturas.

Al congelar la leche cruda o no homogeneizada y la pasteurizada a baja temperatura (a menos de 118 C), asegúrate de primero agitarla muy bien antes de guardarla en el congelador, al hacerlo se distribuirá uniformemente la crema. Es una buena idea tomar el frasco y agitarlo por la misma razón una o dos veces más antes de que se congele por completo. (Lea: Cadena láctea debe transformarse si quiere crecer)  

Toma en cuenta que una vez que la crema de la leche se ha descongelado, a veces tiende a tener una textura ligeramente arenosa y podría no sentirse completamente lisa en la lengua como sucede antes de ser congelada. Esto no afecta su seguridad o nutrición, pero algunas personas podrían sentir la diferencia.   La leche cruda, de calidad, de vaca alimentadas con pasto es cara y si te sucede lo que ha muchas personas, que se les olvida en el carro u otro lugar durante todo el día después de lograr comprarla es, sin duda, un caso poco agradable. La buena noticia es que la leche no se “daña”, incluso si ha sido un día caluroso.   El concepto de que la leche se “daña” ha evolucionado en nuestro días como consecuencia del auge de la pasteurización y las fábrica de alimentos esterilizados. Sólo la leche sin vida, pasteurizada, que carece de enzimas y probióticos se “daña” y debe ser desechada como medida de precaución cuando no ha sido totalmente refrigerada por un período de tiempo.   Ten en cuenta que en la mayor parte de la historia humana, la leche cruda y demás productos lácteos no se refrigeraban y rara vez se consumían frescos. Se solían agriar o fermentar de alguna manera antes de su consumo. (Lea: Aprenda a hacer queso en su casa, en una hora)   La leche cruda tiene la ventaja de contener cultivos de probióticos inherentes, que no sólo la protegen de una invasión de patógenos, sino que también la protegen de su deterioro. La leche cruda a temperatura ambiente, incrementa la actividad de estos probióticos beneficiosos, ya que consumen más rápidamente la lactosa (azúcar de leche) durante este tiempo acelerando así el proceso de transformación de la leche fresca a un estado de cuajo.   Por lo tanto, si se te quedó leche cruda en el carro por un rato largo, puedes volverla a refrigerar y utilizarla como lo harías normalmente. El único inconveniente es que esta la leche cruda no estará fresca para beber durante todo el tiempo. Por ejemplo, si la leche cruda normalmente permanece fresca durante dos semanas en el refrigerador antes de cuajarse o agriarse, de forma natural, entonces ésta podría durar sólo una semana o unos días si se te olvidó refrigerarla de forma inmediata luego de comprarla.   En comparación, cuando llega la fecha estampada en la caja de cartón “consumir antes de” de la leche pasteurizada, ésta debe ser desechada de inmediato ya que el riesgo de que contenga patógenos transmitidos por los alimentos es alto. En cambio, cuando la leche cruda está fresca, simplemente ha iniciado el proceso natural de “cuajo”,  un tipo yogur bebible que es como los seres humanos generalmente consumían la leche cruda antes de la aparición de la refrigeración moderna. Cuando la leche cruda ha cuajado, no se bota. Simplemente se usa de otro modo, como por ejemplo en huevos revueltos, postres o salsas. (Columna: La leche: El marranito del cuento)   Fuente:

-http://www.thehealthyhomeeconomist.com/freezing-milk-and-dairy-tips/

-http://www.thehealthyhomeeconomist.com/why-milk-matters-and-why-its-not-just-for-baby-cows/ Fuente: http://www.saludcasera.com/leche/como-congelar-leche-fresca-y-otros-lacteos-para-convervar-sus-beneficios/