Así lo planteó Gabriela Olmos, de la Universidad sueca de ciencias agrícolas, durante el V Encuentro Internacional de Investigadores en Bienestar Animal que se desarrolló en Montevideo (Uruguay) donde indicó que entender cómo el bienestar animal afecta a los ODS y viceversa es esencial para formular objetivos equilibrados que tengan en cuenta los aspectos relacionados con el bienestar animal.
Por su parte, en un blog escrito por la nutricionista mexicana Alejandra Gloria Piña, en el portal alianzaalimentaria.org, señala que la Agenda 2030 prevé un modelo de desarrollo “en el que la humanidad viva en armonía con la naturaleza y otras especies están protegidas". Sin embargo, mientras la relación entre bienestar animal, bienestar ambiental y el desarrollo humano es cada vez más investigada y evidenciada, hay muy poco reconocimiento de esta relación y el papel crucial que el bienestar animal juega en la sostenibilidad y desarrollo para las personas y el planeta, en las discusiones de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el 12 “Consumo y producción sostenibles”.
En el informe “Bienestar animal en el corazón de la sostenibilidad”, de la FAO y el Departamento de Agricultura y Protección al Consumidor, se ha subrayado la necesidad de que el bienestar animal sea prioridad para la sostenibilidad, y reconoció que la producción y el bienestar animal están indisolublemente ligados con cuestiones éticas, políticas, económicas, ambientales y sociales.
Daniela Battaglia, oficial en la división de Producción Animal y Salud, de la FAO, señaló que el bienestar animal está directamente relacionado con derechos tan fundamentales como el derecho a la alimentación y nutrición adecuadas, sustento, condiciones de trabajo dignas, y justicia social en general; y con bienes globales tan comunes como la biodiversidad y los recursos naturales. (Lea: Conozca qué hacer para cumplir los ODS en términos ganaderos)
El bienestar animal también está vinculado con la salud animal, y la salud y bienestar humanos. Por ejemplo, se ha demostrado que el bienestar de los animales de granja tiene varios vínculos con la seguridad alimentaria. El estrés y malestar en los animales de granja aumenta la transmisión y virulencia de una serie de enfermedades zoonóticas, y los animales estresados durante el transporte y el sacrificio a menudo liberan más patógenos. Proteger el bienestar de los animales de granja puede, por lo tanto, ser un factor importante en la disminución de la propagación de enfermedades.
Otro enlace que demuestra la necesidad para un enfoque más holístico de las dimensiones de la salud de los humanos y los animales es el de la resistencia antimicrobiana. La evidencia continúa demostrando que el uso de antimicrobianos en los animales de granja está contribuyendo al aumento de resistencia a los antibióticos que son importantes para la salud del ser humano.
La creciente concientización de la importancia del bienestar animal en todos los ámbitos, ha dado lugar a movimientos para avanzar hacia un enfoque de “Un solo bienestar”, que enfatiza estos enlaces, y trae al frente una forma de trabajar armonizada e interdisciplinaria para resolver problemas complejos sobre bienestar animal. Esto conducirá a cambios en los sistemas de gestión sobre bienestar animal a nivel internacional, nacional y regional, así como aumentará su importancia política.
Por otro lado, cada vez más empresas de la industria alimentaria, reconocen que el bienestar animal es parte de su materialidad y reportan los avances que han realizado en su cadena de suministro para reducir el sufrimiento de los animales y, por tanto, soportar los objetivos de desarrollo sostenible.
Metodología de análisis
De acuerdo con lo planteado por Olmos se ha desarrollado un enfoque metodológico para analizar esta interacción y su posible aplicación en la enseñanza, la investigación y la elaboración de políticas, reflexionando sobre la caracterización de la relación que se encuentra entre las diferentes partes interesadas, contextos y experiencias. (Lea: El agua y los ODS)
La metodología evalúa sistemáticamente hasta qué punto es compatible la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU con la mejora del bienestar animal. La fuerza de los vínculos entre la mejora del bienestar animal y la consecución de un ODS se califica en una escala de 7 puntos, desde que son completamente indivisibles, en un extremo de la escala, hasta que es imposible alcanzar el ODS y la mejora del bienestar animal al mismo tiempo al otro punto de la escala.
El análisis se basa en el debate y la puntuación independiente de cada ODS. El punto de partida de dicho debate en un grupo de trabajo se da tomando en cuenta todas las categorías de animales: los criados para la producción de alimentos, los de trabajo y los de compañía, pero también los de laboratorio y los salvajes. Posteriormente se lleva a la reflexión de una situación específica y se discute en forma critica la diversificación en la opinión y el porqué de las mismas.
En grupos de trabajo anteriores a nivel internacional, los resultados sugieren una relación mutuamente beneficiosa entre la mejora del bienestar animal y la consecución de los ODS.