Estas bacterias, que pueden vivir libremente en el suelo o colonizar la rizosfera y los tejidos de las plantas, se han convertido en un foco de investigación debido a su capacidad para promover el crecimiento vegetal y mejorar la salud del suelo, como lo explica Agrosavia en un trabajo llamado ‘Bacterias promotoras del crecimiento vegetal en sistemas de agricultura sostenible’. (Lea en CONtexto ganadero: Bacterias promotoras del crecimiento vegetal)
El uso de PGPB en la agricultura sostenible se ha vuelto más importante en las últimas décadas, debido a sus efectos benéficos sobre el suelo y sobre la productividad de los cultivos, así como por su impacto en la reducción del uso de fertilizantes químicos, para cuya producción se emplean vastas cantidades de combustibles fósiles, por lo que la reducción en su uso está alineada con las políticas de conservación del medio ambiente y la desaceleración del cambio climático.
Esto quiere decir que las PGPB pueden influir positivamente en las plantas a través de mecanismos directos e indirectos:
- La fijación biológica de nitrógeno: Algunas de estas son capaces de convertir el nitrógeno atmosférico en amoniaco, una forma asimilable por las plantas. Este proceso es fundamental para reducir la dependencia de fertilizantes nitrogenados sintéticos.
- Solubilización y mineralización de fósforo: Las bacterias pueden mineralizar fósforo orgánico o solubilizar sales insolubles de fosfato, y el fosfato liberado puede ser fácilmente asimilado por las plantas.
- Producción de sustancias estimuladoras: Algunas bacterias pueden sintetizar moléculas que se asemejan a hormonas vegetales, las cuales pueden modular procesos de desarrollo en la planta, y algunos ejemplos incluyen ácido abscísico, ácido giberélico o ácido indolacético.
- Modulación de hormonas vegetales: Mediante la acción de la enzima ACC (1-aminociclopropano-1-carboxilato) desaminasa, las PGPB pueden disminuir los niveles de etileno, una hormona que, en altos niveles, puede inhibir el crecimiento de las plantas.
De acuerdo con Agrosavia, con respecto a las estrategias indirectas para estimular el crecimiento de las plantas, se encuentran las siguientes:
- Producción de sideróforos: Estos compuestos se unen al hierro con alta afinidad, incrementando su disponibilidad para las plantas y limitando el acceso de patógenos al hierro, un elemento esencial para su desarrollo.
- Producción de enzimas hidrolíticas y antibióticos: Las PGPB pueden sintetizar enzimas y antibióticos que inhiben el crecimiento de organismos patógenos, protegiendo así las plantas.
- Producción de biopelículas: La formación de biopelículas en las raíces puede ayudar a las plantas a resistir condiciones de alta salinidad y sequía, creando un microambiente más favorable para su crecimiento. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca cómo actúan las bacterias promotoras del crecimiento del pasto)