Felipe Aristizábal, representante de Elanco para el Eje Cafetero y Valle del Cauca, contextualizó los mitos sin fundamento que generan confusión en el consumo de leche.
La leche es “un alimento en sí mismo, es un alimento completo que tiene proteínas de alto valor biológico, tiene grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales. La leche es uno de los alimentos mejor diseñados de la naturaleza”, sostuvo el profesional.
Adicionalmente añadió que este alimento no puede ser comparado con ninguna bebida como gaseosa, refresco u agua.
De acuerdo a los mitos y verdades el representante nos contextualizó con el fin de eliminar prejuicios e incentivar a la población a que consuma leche.
Mitos construidos por la sociedad:
1. Hay presencia de antibióticos en la leche: La leche es siempre medida por acopiadores que permiten detectar si la leche tiene presencia de antibióticos o no.
“Cuando a un productor le detectan que tiene antibióticos le dicen: yo no le voy a recoger su leche, no solo no le voy a recoger su leche, la gente de su finca que se juntó con leche de otras fincas, usted me la tiene que pagar y aparte de eso, lo voy a penalizar”, puntualizó Aristizábal.
Lo anterior permite que exista más cuidado por parte de los productores y no envíen leche de vacas que estuvieron en algún tipo de tratamiento antibiótico.
Los consumidores pueden entonces tener la plena seguridad de que las marcas tradicionales que se encuentran en el mercado nacional, no tienen presencia de antibióticos, porque todos los acopladores se encargan de medirlo, aseguró el representante de Elanco.
2. La leche contiene pus: El pus es “acumulaciones de células blancas, entonces es muy fácil decirle al consumidor que la leche es blanca porque es pus. Sencillamente eso es una imprecisión”. Esto porque también el acopiador se encarga de medir y realizar el recuento bacteriano. La leche con alto recuento bacteriano es penalizada y no recogida, aseguró el experto.
Además agregó que “la leche es entre 87 y 88 % agua y todo lo demás es grasa, proteína, energía, minerales y vitaminas. Ahí no hay espacio para que haya pus”. (Lea: ¿Cómo está la producción y venta de leche orgánica en Colombia?)
3. La leche no proporciona nutrientes al ser humano: Aunque la postura vegana y alguna vegetariana rechace la explotación de animales para el consumo, cabe aclarar que la ingesta de proteínas de origen animal como carne y leche “permitió el desarrollo cognitivo y el crecimiento de la masa encefálica, lo que hizo que dejáramos de ser unos simples simios en las sabanas africanas”.
Al eliminar proteínas de origen animal del 100% de la dieta, a mediano y largo plazo puede generar trastornos y deficiencias nutricionales que no pueden ser suplidas mediante vitaminas o minerales artificiales, enfatizó.
4. El consumo de la leche eleva el colesterol: Estudios recientes han demostrado que lo que eleva la obesidad y el colesterol malo es la presencia de azúcares refinados y harinas simples como gaseosas, azúcar tradicional, golosinas, chocolates, pandebonos, buñuelos, etc.
“Incluso, estudios recientes han demostrado cómo el consumo de carnes y el consumo de leche disminuye el colesterol malo y es benéfico para la salud sobre todo en enfermedades cardiovasculares, no sólo por presencia de grasas sino por la presencia de calcio en productos como la leche”, dijo Aristizábal.
5. No es necesario consumir leche para obtener calcio: En primer lugar, la leche tiene que salir de la glándula mamaria del mamífero para podérsele considerar como “leche”, por tanto la mal llamada leche de almendras es un producto vegetal, al igual que las leches de coco, de soya, etc., por lo que no serían leches, afirmó Aristizábal. (Lea: Los beneficios de la leche orgánica de vaca)
Estas bebidas vegetales “las han querido enriquecer con calcio, resulta que yo puedo tener los niveles similares de calcio lo que es diferente es la biodisponibilidad; es decir cómo funciona la absorción de nutrientes dentro del cuerpo y puedo encontrar en el mercado bebidas vegetales a base de almendras y esa bebida vegetal a base de almendras comparada contra el porcentaje de calcio de la leche, no supera el 50 %”, aseguró el profesional.
Verdades destacadas por Aristizábal
1. La leche produce alergias: “Es cierto, hay gente que es alérgica a la proteína de la leche pero menos del 1% de la población en el mundo es alérgica a la proteína de la leche. Cifra similar a lo que ocurre con el famoso gluten que es una proteína de los cereales que se ha vuelto tan famoso de decir: cosas gluten free”.
2. Existe intolerancia a la lactosa: Es cierto que existe intolerancia a lactosa. Eso se divide en grupos raciales. Los grupos raciales caucásicos son mucho más tolerantes a la lactosa porque en su origen, en la Europa antigua empezaron a tomar leche.
Las poblaciones indígenas pasadas, orientales como chinos y japoneses e incluso pueblos africanos que en su desarrollo no han tenido consumo de leche, son los más intolerantes a la lactosa.
“Pero cuando hay consumo de derivados lácteos como quesos o yogures o cuando se consume leche deslactosada, puedo disfrutar de todos los beneficios de la leche sin ningún tipo de remordimiento; es decir que esa solución también existe”, aseguró el representante.
Aristizábal enfatiza que recientemente se ha descubierto la presencia de la proteína A2A2, la cual es una leche que las personas procesan de una mejor manera, además de poseer múltiples beneficios para la salud y provienen de algunas razas bovinas específicas. (Lea: Leche y rentabilidad)
El consumo de leche es bueno
Aristizábal ratificó que “hasta las instituciones tan serias como la FAO y la OMS contemplan o recomiendan el consumos de leche. La recomendación mínima de FAO está aproximadamente sobre los 180 a 190 litros por persona por año, ahí incluso va un poco más allá y establece que para combatir la subnutrición en el mundo, deberíamos estar teniendo consumo de aproximadamente alrededor de los 220 litros por persona por año”.
Lo anterior podría funcionar como estrategia para combatir la subnutrición, en especial en menores de 10 años, edad fundamental en la que hay desarrollo de tejidos y masa encefálica.
“El consumo en Colombia está sobre los 140 y 142 litros por persona por año, quiere decir que como país estamos 40 litros por debajo y los estratos más bajos no alcanzan ni siquiera los 50 litros por persona por año”, adicionó.
El representante además indicó que el consumo de proteína animal tiene una relación con los ingresos por persona. Entre menos ingresos, menor alimento y esto se podría relacionarse con un desarrollo inferior.
En Colombia es necesario “construir políticas públicas donde se apruebe el consumo de proteína animal, carne y leche específicamente para el caso de nosotros los ganaderos. Eso permitiría no solo el desarrollo económico del sector primario, sino tener una población mejor nutrida y una población mejor nutrida, significa en más resultados académicos y laborales y por lo tanto mejor desarrollo económico nacional”, afirmó Aristizábal.
A tener en cuenta
El consumidor de leche “puede tener la seguridad de que la mayoría de leche es un producto inocuo “que no me va a enfermar, sino que me va a nutrir, me va a hidratar, la leche, es fundamental para el desarrollo de niños y para el desarrollo de terneros”, remató el profesional.