La leche aporta grandes beneficios y nutrientes a nuestra salud. No todas las leches son iguales y por ello te dejamos las recomendaciones para elegir la mejor leche.
La leche tiene gran importancia en nuestras vidas debido a que aporta muchos nutrientes, además de agua y minerales. Además, es rica en proteínas y azúcares, como sus beneficios para para el organismo.
La caseina destaca entre las proteínas de la leche, además de diversas seroglobulinas y albúminas, así como otras de utilidad como la lactoferrina.
Como informa la Clínica Universitaria de Navarra, entre los azúcares, tiene importancia la lactosa (constituida por glucosa y galactosa). Aporta una gran cantidad de calcio y otros minerales como el fósforo y potasio.
Cómo elegir la mejor leche
En el mercado existen muchos tipos de leches, además de diferentes marcas, por ello desde la OCU, indican que 5 tipos de leches hay.
- La leche, sin más preámbulos, la de toda la vida, que según su cantidad de grasa puede ser leche entera (3,5% grasa), leche semidesnatada (entre 1,5 y 1,8% grasa), o leche desnatada (menos del 0,5% grasa). La semidesnatada, versátil y completo, es el que más consumen los españoles: es la preferida por el 30% de los hogares, frente al 22% del total y el 20% de los desnatados.
- Junto a ella están las leches «con», leches enriquecidas, a las que se le añaden vitaminas y minerales, que son los únicos ingredientes que se pueden añadir a la leche sin dejar de ser leche. estas leches suelen estar enriquecidas con calcio o con vitaminas A y D, vitaminas liposolubles que suelen añadirse en la leche desnatada.
- Y leches «sin», es decir, aquellas leches sin lactosa. Este tipo de leches, está en pleno auge en estos tiempos, y aunque su publicidad nos intente convencer de que sienta mejor, realmente solo son necesarias para intolerantes a la lactosa. Para elaborar estas leches, no se retira la lactosa, simplemente se añaden enzimas que transforman la lactosa en dos azúcares, la glucosa y la galactosa, que son absorbidas por el organismo sin problemas. - Bebidas lácteas. Dentro de este grupo, al que no se puede denominar legalmente leche, encontramos bebidas elaboradas con base de leche, a la que suman otras sustancias no lácteas, como los aceites omega-3, fibras solubles, ácido fólico, etc. - Bebidas vegetales: dentro de este grupo de las lácteas están también las bebidas de soja, de avena, de arroz, almendras, etc. De aspecto y formato similar a la leche, no son comparables a esta desde el punto de vista nutricional.
5 detalles en qué fijarse
Es sabido que la leche es un gran aporte para nuestras vidas por su gran valor nutricional, rica por sus proteínas, vitaminas A y D, ácido fólico, calcio… Son pocos los alimentos nutricionalmente tan completos como los lácteos, pero aunque en conjunto la leche que consumimos es de buena calidad, hay diferencias entre ellas.
5 aspectos que influyen en la calidad de la leche:
- La estación del año, la edad del animal, el momento del ciclo de lactación de animal.
- El envejecimiento de la leche.
- Unos grados extra en el tratamiento térmico.
- Una temperatura excesiva en la cisterna de transporte.
- Un almacenamiento más prolongado de lo ideal. No hagas caso a falsos mitos
Circulan muchos mitos sobre la leche: no hagas caso, tomar leche es un problam para los intolerantes a la lactosa.
- Somos el único animal que la toma. Somos un mamífero único en muchos aspectos y también, el único que es capaz de conseguir leche de otro animal.
- Un adulto no puede digerirla. No depende de la edad, sino de si eres intolerante a la lactosa. En sitios donde la leche escasea, como en África, las adaptaciones genéticas han llevado a un aumento en intolerancia a la lactosa. Para ello, muchas marcas de leches han creado una versión de leche sin lactosa.
- Causa alergias. No es lo mismo intolerancia a la lactosa, que alergia a la proteína de la leche. La segunda aparece a una temprana edad y el 80% desaparece cuando el niño crece. En caso de no desaparecer, tienes que eliminar la leche de tu dieta.
- Mala para el colesterol. No está tan claro. Debemos considerar los alimentos en su conjunto. A las grasas saturadas de la leche, deberíamos sumarlas las grasas cardiosaludables y los oligopéptidos (que reducen la tensión arterial).
Artículo tomado del siguiente enlace.