El yogur desnatado no necesariamente es más saludable que otro que haya sido elaborado con leche entera
Para que no te coja desprevenido/a, te presentamos algunas creencias generalizadas sobre este postre lácteo, analizando qué hay de cierto en ellas:
No contiene grasa
Falso. Si no se ha elaborado con leche desnatada, un yogur aporta 5 gramos de grasas saturadas por cada 100 ml, y de algo más de 2 gramos si se ha preparado con leche semidesnatada. Además, si se trata de yogures enriquecidos con nata, la cantidad sube hasta los 10 gramos.
Ayuda a adelgazar
Cierto. Según un estudio reciente de la Universidad de Harvard, las personas que consumían yogur a diario perdían cerca de medio kilo cada cuatro años, sin necesidad de seguir un régimen alimenticio. Eso sí: el yogur debe ser descremado.
Contiene nutrientes muy interesantes
Cierto. El yogur es naturalmente rico en proteínas, calcio, potasio y vitaminas B y D.
Los yogures descremados son más saludables
Falso. A pesar de que no tienen materia grasa, también suelen presentar una menor proporción de vitaminas liposolubles, ya que la vitamina A y D se reducen al eliminar las grasas. Si optas por un yogur desnatado, procura que esté enriquecido con ambas.
El yogur enriquecido con nata es más sano
Falso. Aunque es verdad que este tipo de yogures —que se comercializan con el nombre de ‘griego’ o ‘búlgaro’— contienen más proteínas, también tienen menos calcio. La razón es que, al eliminarle el suero lácteo, pierden parte de este importante mineral.
Los yogures con fibra pueden sustituir a los cereales
Falso. Este nutriente se agrega al yogur a través de la inulina, una fibra procesada que no tiene, ni de lejos, las propiedades de la fibra natural.
Los yogures probióticos son imprescindibles para prevenir enfermedades
Falso. No son ni mucho menos indispensables ni la piedra filosofal contra el catarro o la gripe. No obstante, está comprobado que favorecen la digestión y que son recomendables a la hora de frenar la diarrea en los niños.
El yogur de soja es más ligero
Falso. Además, suelen contener más aditivos —se le añaden para mejorar su consistencia— y resulta difícil encontrar yogures de soja sin azúcar.
Favorece la flora intestinal
Cierto. El yogur contribuye a equilibrar la microflora intestinal y a prevenir el estreñimiento.
Es apto para quienes tienen intolerancia a la lactosa
Cierto. El yogur presenta menos lactosa que la leche o los helados. Además, las bacterias vivas de este alimento, los lactobacilos, ayudan a digerir la lactosa.
Fuente: http://www.quecursar.com/verdades-y-mitos-acerca-del-yogur-6853.html