Simular la temperatura de una gallina ponedora, de manera artificial, para aumentar la producción de huevos, es el propósito de un grupo de estudiantes de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Nacional de Colombia, Sede de La Paz (Cesar).
La idea, según información de la agencia de noticias de la Universidad, es lograr una producción en masa de huevos gracias a un control ideal y constante de temperatura, por medio de un prototipo casero de un sistema de incubación automatizado que ayudaría a los pequeños avicultores de Cesar, que no cuentan con los recursos necesarios para una infraestructura de gran magnitud.
Una gallina incuba de 10 a 12 huevos entre 18 y 21 días. Con el prototipo experimental se espera duplicar la cantidad de huevos en 20 días. “Si baja o se eleva la temperatura, el prototipo, que funciona mediante sensores, la regula y estabiliza. Hay que tener en cuenta que las bajas temperaturas retrasan el desarrollo del embrión y las altas aceleran el desarrollo embrionario”, explica el ingeniero en automatización Juan Jairo Vaca González, docente de la UNAL Sede de La Paz, quien guía este proyecto.
Aunque los sistemas de incubación ya existen y son implementados en muchas granjas, estas se dan de manera semiautomatizada, donde se ponen muchos huevos, pero la persona tiene que revisar de forma periódica y manual la temperatura, mientras que en esta propuesta (automatizada) la intervención del usuario es menor.
Por su parte, Jhon Alexander Ochoa Quiceno, uno de los creadores del proyecto, enfatiza que esta incubadora de huevos ofrece las condiciones necesarias como temperatura, humedad y movimiento para que los huevos se desarrollen y los pollitos nazca de manera muy parecida a las condiciones naturales. (Lea en CONtexto ganadero: Producción de huevo en Colombia llegará a 17.000 millones de unidades en 2023)
El funcionamiento
El prototipo se compone de una cava de icopor, con tubos y accesorios plásticos, al que le instalaron un servomotor o componente ampliamente utilizado en aplicaciones de robótica y modelismo debido a su durabilidad y alta precisión en el giro, un sistema que funciona como “cama” (donde se ponen los huevos), sensores de temperatura y un bombillo.
Esta “cama” está diseñada para permitir la rotación de los huevos dentro de un rango específico, que va desde 45 hasta 90 grados, con el propósito de emular el giro natural que las aves realizan durante la incubación natural.
Para este proyecto se utilizó tecnología de control con sistemas mecatrónicos de alta precisión para optimizar la incubación de huevos. “Se enfoca en tres aspectos fundamentales: control de temperatura mediante algoritmos de control PID (Proporcional-Integral-Derivativo), un mecanismo controlado para el movimiento de los huevos y una ventilación regulada”, explican Leober Arturo Durán Raudales, José Luis Ropero Lozano y Fernando Javier Borja Meza, los otros integrantes de la iniciativa.
En 2021, la inversión en activos biológicos (aves ponedoras) cayó en 9,4 %, razón por lo cual la producción en 2022 se redujo en 4,6 %, a lo que se suma un efecto de productividad por los bloqueos que amplió la reducción en la oferta a un 8,5 % aproximadamente. (Lea en CONtexto ganadero: Colombia va por el Guinness de los huevos revueltos más grandes del mundo)
La producción pasó de 17.028 a 16.260 millones de huevos, de ahí que el consumo por persona bajó de 334 a 315 unidades al año, con una reducción de 19 unidades.
Si los avicultores disponen de un sistema eficiente de incubación que no necesite a las gallinas les favorecería en cuanto al aumento de crías.