Armenia Velázquez Gurrola, bióloga especialista en microbiología, explica que los nematodos son organismos microscópicos con forma de diminutas larvas que se desarrollan en diferentes hábitats como el suelo agrícola.
“Estos organismos son más conocidos por los daños que causan en gran variedad de cultivos que por los beneficios que puedan aportar al ecosistema agrícola. Se estima que los nematodos parásitos son responsables de la pérdida del 12.3% de la productividad agrícola a nivel mundial, lo cual es equivalente a 157.000 millones de dólares”, menciona Velázquez Gurrola.
Una de las consecuencias más graves de estos nematodos es que pueden modificar el sistema de defensa de las plantas y asociarse con otros organismos patógenos como hongos o bacterias, para incrementar el daño ocasionado a los cultivos agrícolas.
Es por esta razón que uno de los métodos de control de nematodos, “incluyen la fumigación del suelo en algunos cultivos, así como la aplicación de nematicidas químicos a lo largo del ciclo y dependiendo de la etapa fenológica del cultivo”, asegura Velázquez Gurrola. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Dónde se hace el control de parásitos, en bovinos o en pasturas?)
De acuerdo con la profesional, este tipo de manejo puede acrecentar la problemática debido a que la fumigación disminuye la diversidad del suelo y la aplicación de variedades resistentes provoca que el productor en muchas ocasiones, reduzca las prácticas de control y se incrementen las poblaciones de nematodos en el suelo.
Control biológico
Según Velázquez Gurrola, “se ha encontrado que los suelos con más baja diversidad presenta las poblaciones más altas de nematodos”, siendo este solo la parte del problema debido a que la raíz “es la pérdida de diversidad del suelo”.
Por eso el control de estos parásitos no debe enfocarse solamente en reducir las poblaciones de nematodos al máximo, sino controlar sus poblaciones y mejorar la diversidad del suelo.
En palabras de Velázquez Gurrola, “desde mi experiencia esto puede brindar resultados más efectivos y sostenibles en el tiempo. Para diseñar los programas de manejo no solamente se deben conocer las poblaciones de nematodos fitopatógenos, sino también el estado de diversidad biológica del suelo en cada finca”. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca algunas prácticas eficientes para proteger la salud de los suelos)
Hace cuatro décadas se descubrió un hongo que tiene la capacidad de parasitar nematodos, llamado Paecilomyces lilacinus. Es un hongo filamentoso de color rosado a lila, que en condiciones de laboratorio produce una gran cantidad de esporas en menos de dos semanas.
“Las investigaciones recientes muestran que el Paecilomyces lilacinus tiene la capacidad de parasitar juveniles, pero también quistes y hembras, rompiendo así el ciclo del nematodo”, describe Velázquez Gurrola.
Este hongo puede establecerse en la raíz y ejercer un efecto de protección al cultivo. Por lo que para que el control sea eficiente, el hongo deberá inocularse desde las primeras etapas de desarrollo del cultivo.