La Federación Nacional de Regantes, en España, ha hecho un llamado al sector agrícola mundial al reiterar que la gestión eficiente de los recursos hídricos, el uso de energías renovables y la tecnología garantizarán la agricultura de riego después del año 2035.

Si en California dejara de llover, tendrían agua garantizada para 850 días, mientras que en Europa el plazo de esa garantía se acabaría en apenas dos meses y medio. Por esto, la sustitución paulatina de mecanismos de riego convencionales, que le da paso a otros sistemas como el de aspersión o goteo ha permitido que España haya rebajado de un 80% a un 63% por ciento su demanda de recursos hídricos para uso agrario en poco menos de dos décadas.

Esta comparación, acompañada de cifras, es el principal argumento que expone la Federación Nacional de Regantes (Fenacore), en España, a través de su presidente, Andrés Del Campo, quien además de defender una gestión eficiente de los recursos hídricos, insiste en la necesidad de aumentar las reservas de agua en infraestructuras hidráulicas y obras de regulación si se quiere garantizar la viabilidad de la agricultura de regadío. “Con esto, podremos abastecer mejor de alimentos a la población mundial, que está en imparable crecimiento”, le dijo Del Campo al portal de noticias El Economista. (Lea: Una aplicación para móviles ofrece recomendaciones de riego)

Según cálculos publicados por esta entidad en un reciente estudio, en los próximos 20 años la producción agraria deberá aumentar hasta un 40% para satisfacer las necesidades básicas de los habitantes del planeta en materia de alimentación. "Aunque en los países en desarrollo ya existen infraestructuras hidráulicas, es necesario seguir avanzando", sostuvo Del Campo a El Economista. "Siempre digo que el desarrollo de un país o región, además de por su poder económico, se mide por el nivel de sus infraestructuras hidráulicas", puntualiza.

La investigación de Fenacore señala además que el África subsahariana y América Latina concentrarán las tres cuartas partes de los cultivos de regadío en los años que vienen. Razón por la que esta asociación sostiene que el riego se convertirá en el garante del abastecimiento mínimo para una producción estratégica incluso en los países desarrollados y, por eso, el papel de los sistemas de riego y la tecnología será decisorio.

Y aunque el 70% de la superficie de nuestro planeta está cubierta de agua y aunque la tecnología actual permite utilizar el agua de mar para su consumo, los elevados costes que conlleva la desalación "hacen imprescidible", según Del Campo, llevar a cabo un uso muy eficiente del agua.

Sistemas de riego, un impulso para la actividad agrícola

En Colombia, la Federación Nacional de Usuarios de Distritos de Riego, Federriegos, ha impulsado el uso de estos sistemas por considerarlos fundamentales para garantizar el progreso de la actividad agrícola, pues cuentan con ventajas como el manejo de plagas, la reducción en mano de obra, mayor productividad, desarrollo y control en los productos. (Lea: Preservar el agua del planeta, el gran reto de la tecnología)

“La agricultura debe verse como un proyecto de vida, y como todo negocio, requiere de la mejor tecnología para su desarrollo. Igualmente, la ingeniería debe presentar soluciones y no problemas para los productores, por esto la adecuada selección del sistema de riego debe tener en cuenta ítems como la mecanización, la mano de obra disponible, densidad de siembra, sentido de siembra, calidad del agua, disponibilidad del recurso hídrico, necesidades del cultivo,. Pero todo esto, siempre enfocado a proteger el planeta y gestionar eficazmente los recursos”, señaló Dagoberto Bonilla Ortiz, presidente de Federriegos.