Riego por goteo, alternativa para prósperos plantadores de maíz

Los agricultores del sur de Francia han encontrado en el riego por goteo la solución para irrigar de forma eficaz sus campos de maíz castigados por la sequía.

El sistema de riego gota a gota se creó en Israel en los años 60. Más tarde se exportó a África, especialmente a Kenia, y hace tres años se ha empezado a extender en los campos de maíz del sur de Francia, una zona con problemas de escasez de agua.

En el suroeste del país, donde predomina el monocultivo de este cereal, había tensiones por la utilización de los recursos naturales, explica el ingeniero agrónomo Marc Dufumier, autor del libro "50 ideas preconcebidas sobre la agricultura y la alimentación". (Lea: El riego por goteo, una tecnología que hace eficiente el uso del agua)

"Estas tensiones empezaron con los cambios culturales que se dieron en la zona con la llegada a finales de los 80 del maíz que necesitaba más agua, especialmente en un terreno calcáreo", afirma Alexis Delaunay, de la oficina francesa del agua.

Algunos agricultores estaban hartos de las ordenanzas que limitaban o prohibían el riego. Joel Herault es uno de ellos y hablarle de agua supone meter el dedo en una herida todavía abierta.

Pese a una enésima prohibición, siguió regando sus tierras y en 2005 fue condenado a una multa de 1.000 euros (unos 1.350 dólares). "Caí en una depresión", recuerda con amargura.

Un 20% menos de agua

Casi diez años más tarde, Herault ha decidido dotar de irrigación por goteo a un tercio de sus 120 hectáreas. La inversión ha sido importante -al menos 4.000 euros por hectárea- para mejorar la rentabilidad.

El sistema de riego gota a gota en grandes superficies de cultivo es discreto, ya que está enterrado y se ve mucho menos que un cañón de agua o una instalación de aspersión. Pero la principal ventaja es que gasta mucha menos agua. (Lea: Los sistemas de riego, en medio de grandes retos y oportunidades)

Las mangueras dividen los campos en cuadrículas situadas a 20 o 30 centímetros de profundidad. Las goteras están a 50 centímetros unas de otras y vierten constantemente una pequeña cantidad de agua en las raíces.

El sistema permite ahorrar un 30% de agua, ya que se evita la pérdida por evaporación o que se aleje a causa del viento, según la empresa israelí Netafim, especialista en la materia.

Un instituto de investigación de medioambiente y agricultura francés, que estudia el riego por goteo desde 2008, limita sin embargo ese ahorro de agua a entre un 15% y un 20%.

Pero los beneficios no se limitan al uso del agua.

Las tuberías también permiten distribuir fertilizantes de manera más eficaz y el hecho de que las parcelas permanezcan secas evita la proliferación de malas hierbas y hongos, por lo que no hay que añadir herbicidas ni fungicidas. (Lea: Una nube digital pone las reglas para el riego de cultivos)

También se ahorra en mano de obra para regar, explica Christophe Harel, responsable de la empresa Netafim en el noroeste de Francia.

Los hermanos Thuaud, que tienen sus tierras en el oeste, aseguran que gracias a este riego de precisión han conseguido ahorrar un 40% de agua y un 20% de abono, lo cual les ha permitido aumentar significativamente la rentabilidad de su producción de maíz y el nivel de proteínas en el trigo.

A pesar de estas ventajas, todavía son pocos los agricultores en Francia que pueden asumir los costes de instalación y mantenimiento de este sistema de irrigación. Tan solo 1.000 hectáreas de maíz -de las 1,8 millones cultivadas- utilizan este riego.