Los nematodos, también conocidos como gusanos redondos, son uno de los grupos de organismos más diversos y abundantes del planeta, con una enorme capacidad de adaptación a diferentes hábitats, incluidos los suelos. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué tanto conoce sobre el suelo? Aquí podrá profundizar en términos importantes)
Aunque muchos los asocian con plagas y enfermedades de plantas, estos microscópicos gusanos juegan un papel fundamental en la salud y la calidad del suelo.
Rubén Blanco Pérez, investigador posdoctoral de Juan de la Cierva en la Misión Biológica de Galicia con especialización en nematología, explica en un podcast llamado ‘The regen podcast’, que a un agricultor le debe interesar tener nematodos en sus suelos.
“Cuando un agricultor piensa en nematodos cree que es la ruina, sin embargo el suelo contiene una cantidad de nematodos muy diversa. Hay organismos de todo tipo, los hay incluso parásitos de otros animales”, describe Blanco Pérez.
Estos organismos se dividen en varias categorías funcionales basadas en su dieta y papel en la cadena trofica: fitoparásitos, bacterívoros, fungívoros, depredadores, onmívoros.
Uno de los principales beneficios de los nematodos para el suelo es su papel de reciclaje de nutrientes. Los nematodos, especialmente los bacterívoros y fungívoros aceleran la descomposición de la materia orgánica al consumir bacterias y hongos, lo que a su vez libera nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio.
De acuerdo con Blanco Pérez, “es toda una diversidad que cubre todas las funciones ecológicas a lo largo de toda la cadena trófica. Por lo tanto, aunque no tengan una función neutral para nuestros intereses económicos, los podemos utilizar como indicadores de la salud del suelo”.
Al moverse, los nematodos crean microcanales que mejoran la porosidad y aireación del suelo, facilitando la infiltración de agua y el crecimiento de las raíces. Esto es beneficioso en suelos compactados, donde la actividad de los nematodos puede contribuir a reducir la densidad del suelo y aumentar su capacidad de retención de agua.
Según Blanco Pérez, “estos organismos nos pueden servir como herramienta para ver qué tan saludable es el suelo”. (Lea en CONtexto ganadero: Urgente controlar los parásitos del suelo)
Los nematodos actúan como reguladores de las poblaciones microbianas, debido a que pueden alimentarse de bacterias y hongos, evitan que estos se vuelvan dominantes y causen desequilibrios en el suelo.
Este equilibrio es fundamental para la salud del suelo, ya que promueve una comunidad microbiana diversa y funcional que mejora la resiliencia del suelo frente a enfermedades y condiciones adversas.