9 meses después de haber sido lanzado, existe en el sector rural colombiano la sensación de que los avances del plan son escasos, lentos y que no hay claridad sobre la manera en la que se está ejecutando. ¿Se convertirá este en otro falso positivo para el campo?   El pasado primero de octubre, en Santa Marta, el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, junto a la institucionalidad para el agro y todos los actores del sector presentó al país el plan ‘Colombia Siembra’.   De acuerdo con el jefe de la cartera agropecuaria, con dicha iniciativa se buscaría ampliar en un millón de hectáreas en todo el país el área dedicada a las siembras; con ello se procuraría una mejor calidad de vida para todos los habitantes y trabajadores del agro. (Lea: MinAgricultura presenta el plan ‘Colombia Siembra’)   El plan se estructuró sobre 5 ejes y un rápido análisis permite evidenciar que los avances son pocos. Las buenas intenciones están lejos de concretarse, esto a pesar de que siempre se ha sostenido que será el campo uno de los motores de Colombia una vez se firmen los acuerdos que se negocian en La Habana.   Sembrar lo que toca donde toca   La vocación agropecuaria del país es innegable, pero conscientes de que hay mejores tierras que otras para determinados productos lo deseable hubiera sido que se hicieran estudios y que de la mano de expertos se pudiera adelantar una labor de reconocimiento para así saber a qué dedicar cada una de las extensiones disponibles.   Adicionalmente, se debían tener en cuenta condiciones como el mal estado de la malla vial terciaria, inexistente en muchos casos, de manera que se puedan facilitar las labores de comercialización. (Lea: ¿La ganadería puede ser rentable con el plan Colombia Siembra?)   Nada de lo anterior ha sucedido, inconveniente que hace temer que el área que se tiene como meta tarde muchos años y gobiernos en lograrse. Asimismo, no son pocos los campesinos que han tenido que probar varias alternativas de cultivo pues no cuentan con el conocimiento y escogen alternativas erróneas que les hacen perder tiempo y dinero.   No se avanza en asistencia técnica   Se explicó cuando se dio a conocer la iniciativa que serían los gremios los encargados de las labores relacionadas con la asistencia técnica, considerada desde hace mucho tiempo como una de las principales falencias de quienes están los campos del país.   CONtexto ganadero pudo establecer luego de comunicarse con dirigentes de varios de ellos que ninguno ha sido contactado para definir un plan de trabajo, proyectar un cronograma, establecer necesidades o algo en ese sentido.   9 meses después, este tema de la asistencia técnica no ha recibido atención alguna, siendo uno de los pilares teniendo en cuenta que de ello depende el buen sucesos de los proyectos productivos que se emprendan.   La administración del riesgo agropecuario   Las cifras hablan por sí solas. La penetración de este tipo de seguros es mínima y las quejas por el contrario son cada vez mayores. (Columna: El millón de hectáreas)   Quienes saben de las condiciones del campo se quejan por la falta de productos pensados en las necesidades reales que surgen del trabajo en un campo en el que se depende del clima y de condiciones idóneas para lograr obtener un producto de calidad.   Los elevados costos y las bajas cobertura son otro de los obstáculos a la hora de pensar en adquirir seguros y nada ha hecho el MinAgricultura para lograr que se diseñen y ofrezcan mejores productos y, especialmente, adaptados a las condiciones reales del cambio climático.   Mejorar el acceso al crédito   A pesar de los anuncios, de las nuevas líneas de crédito, de la publicidad con la que buscan acercarse a los productores rurales, cada vez se ve más lejano al campesino de las entidades financieras, sobre todo de las del Estado.   Las escasas facilidades de pago, el no tener en cuenta la línea productiva, los altos intereses, la infinita cantidad de requisitos, entre otras dificultades, han hecho que sea la banca tradicional, el gota a gota o los créditos informales las opciones a las que opten por acudir los campesinos del país.   Se ha advertido antes, no se trata solamente de aumentar los recursos para acercarse a las necesidades reales del sector, sino de revisar costos y condiciones que hoy lo hacen excluyente para muchos”.   Nada de lo anterior sucede, por lo que no se entiende, pensando en el plan Colombia Siembra, cómo pretenden que la gente se anime a invertir sin condiciones económicas favorables y con un sistema pensando en favorecer a unos pocos. (Lea: La semilla de Colombia Siembra)   Inversión en capital humano a través de escuelas de emprendimiento rural   Los dirigentes consultados ratificaron que tampoco en este tema hay absolutamente nada distinto a los planes propis de cada gremio, que saben de la importancia de mantener actualizados a los productores.   Desde el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural no se ha hecho gestión alguna diferente a lo que ya se tiene desde hace varios años. No se entiende, según afirmaron, cómo se piensa en tierras y siembras sin priorizar la formación del recurso humano.