Al analizar los tejidos foliares, los agricultores y especialistas agrícolas pueden determinar si las plantas tienen deficiencias de nutrientes o están expuestas a condiciones ambientales adversas. El análisis foliar es un procedimiento que implica la recolección y análisis de hojas para evaluar la disponibilidad de nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas e identificar posibles problemas nutricionales.
Walter Osorio, ingeniero agrónomo, explica que es posible diagnosticar el estado nutricional de una planta a través de la medición de la concentración de los diferentes nutrientes en sus hojas. (Lea en CONtexto ganadero: Qué analizar durante el crecimiento de la planta)
Esta herramienta permite hacer “monitoreos no-destructivos de la planta y determinar la concentración de nutrientes en hojas o porciones de estas. Las hojas o porciones de hojas que se muestrean normalmente están ubicadas en el tercio superior de la planta o de una rama productiva. Las hojas deben ser jóvenes, pero completamente desarrolladas, libres de plagas y enfermedades y sin residuos de pesticidas o fertilizantes foliares”.
Proceso de realización del análisis foliar
El proceso involucra varios pasos:
1. Se eligen plantas representativas de un cultivo específico, y se recolectan hojas maduras y sanas. Es importante recopilar hojas de manera aleatoria para obtener una muestra representativa.
2. Las hojas se lavan cuidadosamente para eliminar la suciedad y el polvo que podrían afectar los resultados.
3. Las hojas se secan a baja temperatura y luego se trituran en un polvo fino para facilitar el análisis.
4. Las muestras trituradas se envían al laboratorio para su análisis químico, en donde se utilizan técnicas como la espectrometría de absorción atómica o la espectrometría de masas para medir los niveles de nutrientes y otros compuestos en las muestras.
5. Una vez se obtienen los resultados, se interpretan en función de los valores de referencia y las necesidades específicas del cultivo. Los especialistas agrícolas o los laboratorios suelen proporcionar recomendaciones para la fertilización o corrección de deficiencias.
En ese orden de ideas, realizar tanto un análisis foliar como un análisis del suelo es fundamental para una gestión agrícola eficiente y productiva. De acuerdo con Osorio, con los resultados del análisis foliar se puede tener un elemento de diagnóstico adicional al análisis de suelo “y a la historia de manejo del suelo y el cultivo lo que le permitirá conocer el origen del problema y tomar decisiones para manejarlo”.
Todo esto, teniendo en cuenta que el análisis de suelo proporciona información sobre la disponibilidad de nutrientes en el sustrato donde crecen las plantas, mientras que el foliar ofrece información sobre la capacidad de las plantas para absorber y utilizar esos nutrientes. Es por esto que combinar ambos análisis permite una comprensión más completa de la nutrición de las plantas.
La combinación de análisis foliares y de suelo contribuye a una gestión más sostenible de los recursos agrícolas, al reducir el desperdicio de fertilizantes y mejorar la salud de los suelos. (Lea en CONtexto ganadero: Análisis de suelos, fundamentales para el agro del país)