Estos abonos provienen de fuentes orgánicas como residuos de plantas, estiércol, compost y otros materiales biodegradables, teniendo en cuenta que la biodiversidad de materiales y la combinación adecuada de ingredientes orgánicos contribuyen a un abono orgánico y nutritivo para el suelo.
En el portal Controlbio se explica que al comprar un abono orgánico se debe exigir que este cumpla con tres criterios:
- Que sea estable, “el producto final debe tener siempre las mismas características físicas y químicas. Esto nos facilita la dosificación y nos permite predecir los resultados de las enmiendas. Esta estabilidad la garantizan los estiércoles animales y los restos clasificados de cosechas vegetales”, expone el portal.
- Que esté libre de patógenos y semillas de malas hierbas.
- Que sea homogéneo para que se facilite el reparto, se permita ajustar las dosis de enmienda y se favorezca la uniformidad en el crecimiento de los cultivos.
Estos parámetros se logran gracias a la selección del material de entrada, así como también por medio de un riguroso control del proceso de compostaje que incluye la fase de mesófila, termófila y maduración donde se produce la humificación. (Lea en CONtexto ganadero: Ventajas y clasificación de los abonos orgánicos)
A continuación, se describen los elementos clave que debería contener un abono orgánico:
- Materia orgánica: Esta mejora la estructura del suelo, aumenta la capacidad de retención de agua y fomenta la actividad microbiana beneficiosa.
- Nitrógeno: Es esencial para el crecimiento de las plantas, especialmente para la formación de proteínas y el desarrollo de tejidos verdes. Se encuentra en el estiércol de animales, restos de cultivos verdes y compost.
- Fósforo: Contribuye al desarrollo de raíces, flores y frutas, así como a la transferencia de energía en las plantas. Se puede encontrar en harina de huesos, fósforo natural y compost.
- Potasio: Es crucial para la resistencia de las plantas al estrés, la formación de flores y la regulación del balance hídrico. Es posible encontrarlo en estiércol de animales, cenizas de madera y compost.
- Calcio, magnesio y otros minerales: Ayudan en la estructura del suelo y son esenciales para diversas funciones metabólicas en las plantas.
- Microorganismos benéficos: Mejoran la salud del suelo y promueven la descomposición de la materia orgánica, liberando nutrientes para las plantas.
- Ácidos húmicos y fúlvicos: Optimizan la retención de agua, la estructura del suelo y la absorción de nutrientes por las plantas.
- Bacterias fijadoras de nitrógeno: Favorecen al ciclo del nitrógeno al fijar nitrógeno atmosférico en formas utilizables por las plantas.
- Control de malezas y enfermedades: Algunos abonos orgánicos pueden tener propiedades que ayudan a suprimir el crecimiento de malezas y reducir la propagación de enfermedades.
- Relación carbono:nitrógeno equilibrada: Un equilibrio adecuado entre carbono y nitrógeno favorece la descomposición y descompone los materiales orgánicos de manera eficiente. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca cómo preparar un abono orgánico foliar)