Los efectos del estrés durante el manejo, la vacunación, así como antes y después del sacrificio están estrechamente ligados con el sabor, calidad y color de la carne.
La industria porcícola mexicana además de haber producido poco más de 1 millón 500 mil toneladas durante el 2018, generó más de 2 millones de empleos directos e indirectos, siendo considerada una fuente de ingresos sumamente importante para la economía, así como de alimento para los mexicanos quienes consumen un aproximado de 19 kilos de carne de cerdo al año. (Lea: Ingeniosas herramientas para el manejo de cerdos)
Jalisco, Sonora y Puebla son los principales proveedores de dicha proteína, representando juntos casi el 50% de la producción total del país. Sin embargo, el reto que tienen los productores para lograr estas cifras es muy grande, ya que existen enfermedades entéricas (gastrointestinales) que son endémicas en nuestras zonas.
Una de ellas es la Ileitis Porcina, un padecimiento intestinal infeccioso causado por la bacteria Lawsonia Intracelularis la cual es conocida por afectar y engrosar el intestino delgado de los cerdos.
“Desafortunadamente, en muchas regiones del mundo los productores no se centran en ella porque sus signos clínicos no siempre son observables y pueden confundirlos con otra enfermedad, trayendo consigo consecuencias económicas de gran escala debido al gran impacto en el desempeño de los animales”, señaló Jean Claude Chévez, director del segmento Porcícola del laboratorio farmacéutico Boehringer Ingleheim Animal Health. (Lea: ¿Por qué es importante darle un buen trato a los cerdos?)
Además, el director indicó que algunas de las problemáticas a las que se enfrentan los productores con sus animales son: menor ganancia de peso, baja conversión alimenticia, crecimiento inconsistente de los cerdos y aumento en la mortalidad, por ello es de suma importancia crear e innovar en vacunas que beneficien a cada uno de los miembros de la industria y así garantizar una producción de carne más eficiente, sana, inocua y de calidad.
Cabe señalar que, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los efectos del estrés durante el manejo, la vacunación, así como antes y después del sacrificio están estrechamente ligados con el sabor, calidad y color de la carne. Además, como respuesta ante el estrés, la glándula suprerrenal de los cerdos libera altos niveles de cortisol los cuales conllevan a disminución de la respuesta inmunitaria .
“En Boehringer Ingelheim Animal Health tenemos, desde hace 15 años, Enterisol Ileitis®, la única vacuna oral en el mercado que cuenta con grandes beneficios, evitando en gran medida el estrés de los cerdos debido a que se puede aplicar en el alimento, agua o de forma directa, mejorando así la producción de carne, previniendo dicha enfermedad y brindando un mayor soporte y confianza a los productores”, mencionó Chévez. (Lea: Nuevo método para reducir mortandad en cerdos)
Es entonces hoy en día, unos de los retos principales para los productores, estar al pendiente de la salud y el bienestar de sus animales para hacer más rentable y eficiente la producción cárnica de México a nivel mundial, producir carne sana y de calidad que llegue hasta las mesas de las familias, estar informados sobre todo tipo de enfermedades que puedan afectar sus granjas y prevenirlas.