De acuerdo con Fedepapa, este es un fenómeno natural y habitual para los productores del tubérculo. Sin embargo, las bajas temperaturas podrían afectar hasta un 90% el rendimiento del cultivo e incrementar entre un 10% o 15% el valor de la papa para el consumidor.
Las heladas son consideradas uno de los más altos riesgos climáticos que afronta el cultivo de la papa en departamentos como Cundinamarca, Boyacá, Nariño, Tolima, Cauca y Norte de Santander, es decir, la mayor parte de la zona productora del tubérculo en Colombia.
Según José Manuel García, gerente general de la Federación Colombiana de Productores de Papa, Fedepapa, este es un fenómeno climático que se presenta en las zonas productoras de papa y es habitual desde que finaliza diciembre y el transcurso de enero, “es normal esta situación, aunque ahora se suma la amenaza del Fenómeno de ‘El Niño’, entonces pueden presentarse heladas más fuertes que en otros momentos”. (Lea: El fenómeno de El Niño está cada vez más cerca)
De acuerdo con el dirigente gremial, hay quienes se atreven a realizar el cultivo entre octubre y noviembre, agricultores que se arriesgan a enfrentar las heladas, situación que en la mayoría de casos les representa perder dinero por el efecto que ocasiona la condensación del rocío en las hojas, “es decir que rompe las paredes celulares y atrofia a la planta, eso reduce los rendimientos hasta en un 90 %”.
La magnitud de los daños que causan las heladas dependen de la etapa de crecimiento del cultivo, el descenso de temperatura alcanzado y el tiempo de exposición del cultivo. Las plantas de papa afectadas por muy bajas temperaturas muestran necrosamiento de tejidos, quemazón de foliolos y en muchos casos la muerte total de ramas y tallos, lo que se traduce en una alteración del metabolismo de las plantas, especialmente en la diferenciación y el llenado del tubérculo.
En general, se conocen 2 tipos de heladas: blanca y negra. La primera se presenta por el desplazamiento de aire frío ocasionada por un gradiente de temperatura entre el aire de las laderas y la de las zonas planas que hace que el aire frío, por ser más pesado, quede detenido en las depresiones; normalmente la humedad relativa es suficiente para que se depositen gotas de rocío sobre las plantas, las cuales al congelarse, forman cristales de agua o escarcha. (Lea: Paperos exigen al Gobierno Santos celeridad para ayudar al sector)
Por su parte, la helada negra genera mayores pérdidas para los agricultores y se presenta en noches frías en ausencia de nubes, por la rápida pérdida de calor de la superficie terrestre acumulada en los días de alta temperatura, baja humedad relativa y nulo movimiento de aire; al no formar escarcha sobre la superficie de las plantas, los tejidos congelados se deshidratan bruscamente con la insolación de la mañana siguiente, lo que hace colapsar las células.
“Lo que debería pasar con los agricultores es lo siguiente: quienes se arriesgaron a sembrar entre octubre y noviembre debieron asegurarse contra las afectaciones climáticas, pero si hasta ahora van a tomar ese servicio, las aseguradoras les van a decir que no porque ya hay una alarma sobre las bajas temperaturas”, explicó García.
El gerente de Fedepapa dijo en diálogo con CONtexto ganadero que en un solo día la temperatura puede oscilar entre -2 grados centígrados en la madrugada, hasta 21 grados centígrados al medio día, lo que genera más radiación solar y dilatación en los cultivos, es decir que se pierde humedad y se da la posibilidad de que hayan incendios forestales.
“En ese sentido, los agricultores que sembraron deben optar por medidas de mitigación como hacer riegos en la noche y aplicar productos sobre la hoja los cuales ayudan a que no descienda en gran proporción la temperatura, es recomendable que lo hagan en días despejados, de esta forma solo se verá afectado entre el 20 % y el 30 % de la hoja”, explicó José Manuel García.
El dirigente también explicó que quienes van a sembrar en enero tienen que tener en cuenta que la papa va a brotar en 20 días, es decir a mediados de febrero, un mes en el que la probabilidad de heladas será menor. Sumado a eso, llegará el periodo de lluvias que es entre marzo y abril, a pesar de que hay una alta probabilidad de la llegada del Fenómeno de El Niño, “habrá agua, pero en menor cantidad”. (Lea: Productores piden medidas para combatir heladas en Boyacá)
“Pero si por el contrario, los productores no sembraron a final de año y obtienen la cosecha en meses como abril o mayo, el precio de la papa será alto por las afectaciones climáticas. La seguridad alimentaria no se va a ver afectada, el precio podrá incrementar entre un 10 % o 15 % para el consumidor, lo cual va a beneficiar a los paperos que estén cosechando en esta época”, puntualizó José Manuel García.