Un estudio de la Instituto de Geofísica de la Unam, en México, indica que la disminución en los niveles de energía del sol puede repercutir en el sector agropecuario. Expertos dan a conocer las alternativas finitas que tienen algunos centros de investigación, con el fin de proteger la seguridad alimentaria.
De acuerdo con el investigador Víctor Manuel Velasco Herrera, del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, Unam, desde el año 2004, el sol entró en un proceso de hibernación que provocó una disminución de su energía. En otras palabras, a lo largo del siglo XXI repercutirá en la producción agropecuaria y en la salud de los seres vivos.
El científico detalla que el Sol es responsable de la energía que se recibe en la Tierra y que es necesaria para la vida, por lo que consideró que las consecuencias de la hibernación solar serán colaterales sobre la actividad humana en las siguientes décadas. (Lea: Usan excrementos de cerdos y vacas para generar electricidad)
Según expuso, el fenómeno inició hace 10 años y se prevé que durará entre 60 y 80 años, es decir que el astro tendrá su menor energía entre 2030 y 2050. En otras palabras, y siempre según el experto, los productores deben prepararse para activar la producción de alimentos, “pues cuando el Sol tiene alta actividad, permite buen clima, paz social y bienestar”.
Al respecto, Héctor José Anzola, coordinador de Investigación y Desarrollo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y el Fondo Nacional del Ganado, FNG, señaló que para el caso de la producción bovina, la única fuente de producción es el sol, debido a que con su ayuda se obtiene el alimento de los animales: el pasto.
“Si el sol disminuye sus niveles de energía, la producción pecuaria se vería directamente afectada, ya que las plantas viven del sol y con este se da el proceso de fotosíntesis, que en últimas es el que ayuda a crecer y darle calidad a los pastos”, aseguró Anzola. (Lea: Colombia tiene con qué mitigar efectos del cambio climático)
En ese sentido, Laura Pinzón, ingeniera de la empresa GIE S.A.S., líder en la investigación, desarrollo, financiación y ejecución de tecnologías limpias y eficientes, dijo en diálogo con CONtexto ganadero que en el mundo existen otras opciones para reemplazar la energía solar.
“En Colombia usamos otras alternativas de energía renovable como agua, aire, calor interno de la tierra (energía geotérmica), precisamente en este último ya hay un proyecto a nivel nacional que desarrolló la Upme (Unidad de Planeación Minero Energética) en compañía del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, también tenemos un parque eólico; ya no dependemos exclusivamente del sol”, aseguró Pinzón.
Para la ingeniera de GIE S.A.S., aplicar este tipo de energías requiere primero de analizar la zona, y especialmente el sistema geotérmico de la misma.
“Si la persona está ubicada cerca de pozos de agua o termales, se ubica una turbina que se encarga de calentar el agua y es la que se usa para crear la energía. También está la energía eólica, que consiste en aprovechar la dirección que tenga el viento, se usa un molino y teniendo en cuenta su velocidad, este hace que se cree la energía; actualmente estos se utilizan en lugares como La Guajira. Hay que tener en cuenta el uso que se le va a dar a esa energía, si es por ejemplo para una máquina de ordeño mecánico, lo ideal es primero mirar la cantidad de electricidad que consume y ahí sí construir un sistema que supla esa necesidad”. (Lea: Jepírachi, el parque eólico que no le aporta energía a La Guajira)
Por su parte, Carlos Ariel Cardona, ingeniero químico de la Universidad Nacional de Colombia, UN, explicó que hay 2 posibilidades. La primera alternativa es el desarrollo de cultivos mejorados genéticamente. “En Estados Unidos y en Europa se investiga la posibilidad de crear variedades que necesiten menos cantidad de sol para crecer”.
La segunda alternativa se basa en la creación de “mini soles” o fuentes de luz que provean la energía necesaria para suplir las necesidades del sol. “Un ejemplo claro son los invernaderos, hay algunos que usan electricidad para simular la luz solar y ayudan a que la planta crezca”, agregó el ingeniero químico de la UN.
Sin embargo, el problema que hay con los diferentes tipos de energía renovable, según Cardona, es que al final todas necesitarán del sol, “con la energía eólica se necesita del sol, que es el que calienta el aire en unas zonas y la diferencia de temperaturas entre una y otra altura es la que produce el viento. La verdad infinita de todo este asunto es que las alternativas para hacer crecer un cultivo se reduciría al uso de lo no renovable: lo petroquímico, la energía nuclear o la geotérmica. Las alternativas son finitas, algún día se acabarán y no habrá solución”, puntualizó Cardona. (Lea: Máquina de paneles solares orgánicos imprime 10 metros de placas por minuto)