Aunque las autoridades ambientales han señalado una temporada de La Niña para los próximos meses, es común que a comienzos de año se presenten las heladas que afectan los cultivos, entre ellos los pastos.
A medida que se reducen las lluvias en el país, se reduce la nubosidad en las horas de la noche, esto ocasiona lo que se conoce como una helada por radiación, un fenómeno que afecta a miles de productores en el trópico alto colombiano. (Lea: Tenga presentes estas recomendaciones ante las heladas)
Frente a esto la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Agrosavia, viene entregando información para que los productores en áreas del trópico alto realicen prácticas preventivas frente a la variabilidad climática que se vive en los primeros meses del año y así evitar pérdidas.
En los primeros meses del año los sistemas productivos son altamente susceptibles a las bajas temperaturas, esto ha ocasionado en el pasado pérdidas económicas en la ganadería, el cultivo de papa y algunos cultivos de hortalizas como el frijol, la arveja, la habichuela, la cebolla, entre otros.
Una helada por radiación consiste en un descenso de la temperatura ambiente a niveles inferiores al punto de congelación del agua y son frecuentes cuando las noches son despejadas y la temperatura cercana a la superficie del suelo es inferior a la temperatura del punto de congelación.
Según el investigador Máster de Agrosavia, Jhon Mauricio Estupiñán, “para mitigar los efectos de este fenómeno con aplicación de agua, es importante emplear adecuadamente los aspersores garantizando que la tasa de aplicación sea como mínimo 3 mm/h y que cubra todo el follaje”. (Lea: Ganadero así puede protegerse del impacto de las heladas)
Para ello, hay diferentes métodos de aplicación del agua para campo abierto que dependen principalmente de la capacidad y disponibilidad del agua en el sistema productivo. Por ejemplo está la cobertura total con un requerimiento hídrico de 48.3 m3/hectárea; y la cobertura focalizada con un requerimiento de 35 m3/hectárea.
Si bien una práctica para mitigar los efectos de las heladas es el riego, se debe tener en cuenta que algunos criterios de diseño y operación son diferentes a los de la irrigación para el sostenimiento hídrico de un cultivo.
El riego antihelada se debe realizar sobre el follaje, garantizando que se cubra la planta con agua completamente, además de tener funcionando el sistema continuamente durante el evento climático. Así mismo, la aplicación de agua debe ser altamente uniforme para que ningún área del cultivo reciba menos de la cantidad designada y presente afectaciones.
Se debe tener en cuenta que cuando se hace el riego, la capa de hielo que se forma como lámina se debe ver relativamente clara. Si el agua que identifica en el cultivo se congela y tiene una apariencia blanca lechosa, la tasa de aplicación es demasiado baja para las condiciones climáticas del entorno.
También existen métodos de prevención que se pueden considerar para evitar pérdidas económicas durante la época, por ejemplo; conocer las épocas de mayor probabilidad de desarrollo de heladas; variedades vegetales o razas animales con un umbral de daño menor o más resistentes a las bajas temperaturas; barreras vivas o artificiales que crean un microclima que amortiguan los descensos de temperatura abruptos. (Lea: ¿Qué hacer en los cultivos para reducir el impacto de las heladas?)
Por ejemplo, los Sistemas Silvopastoriles (SPP) son más resistentes a las heladas que los pastos sembrados sin cobertura debido a que las plantas están protegidas por los árboles o arbustos.
Además, se deben evitar prácticas de labranza en el suelo durante la época de heladas ya que esta actividad crea espacios de aire el cual es un pobre conductor del calor, finalmente, si se labra un suelo para mejorar la transferencia y el almacenamiento del calor, hay que compactarlo adecuadamente y regarlo.