El marañón se cultiva en departamentos como Vichada, Meta, Atlántico, Bolívar, Magdalena, Córdoba, Guajira y Cesar, pero a pesar de su amplia distribución, no es uno de los productos nacionales de mayor proyección. Esto podría cambiar en los próximos años.
El marañón se cultiva en zonas principalmente secas con bajos niveles de precipitación, por esto Colombia tiene un alto potencial de producirlo de manera competitiva. (Lea: En manos de Minagricultura la selección de alianzas productivas a financiar)
Se prevé que el mercado mundial de marañón tenga un crecimiento de 4,6 % en los próximos 5 años gracias a sus múltiples usos como la producción de alimentos para consumo humano, suplementos para animales, aceites, biocombustibles, entre muchos otros.
El marañón se produce principalmente en países africanos y asiáticos. El mayor productor es Vietnam, y los países con mayor demanda son Estados Unidos, China, Australia, Canadá y Nueva Zelanda. (Lea: Marañón, una planta con mucho potencial)
Según Agrosavia, Colombia cuenta con 6000 hectáreas de cultivos, la mayoría en Vichada. La entidad proyecta que en 20 años podrían ascender hasta 20 000 hectáreas lo que posicionaría a nuestro país como un actor relevante como proveedor de este fruto.
En la industria de alimentos, a partir de su nuez, se producen snacks de fruto seco, quesos, bebidas vegetales, entre otros productos alineados con la creciente tendencia de dieta a base de plantas, gracias a su bajo nivel de grasa en comparación con otras nueces.
De la nuez también es posible extraer su aceite para elaborar diferentes productos como resinas, colorantes, tintes, material de aislamiento eléctrico, pastillas para frenos y adhesivos, así como de su tronco se extrae una goma que se utiliza para encuadernación y repelente de polillas.
Por último, la pulpa de la fruta, además de ser usada para consumo humano, también se utiliza como suplemento alimenticio para el ganado. Debido a todos estos usos ha crecido el interés de entidades agrícolas colombianas para potencializar su cultivo.
Además de su salida como insumo para diferentes productos del mercado que tienen el potencial de diversificar las exportaciones de Colombia, también rehabilita los suelos degradados haciendo su producción más sostenible y amigable con el medio ambiente.
El marañón es un fruto que debe salir del desconocimiento de los colombianos para convertirse en un motivo de orgullo como lo han sido el café y el banano. (Lea: Esta es la composición del ensilaje salino del totumo)