Existen muchas creencias en el sector ganadero que se han llevado de generación y generación, pero de las que no se tienen pruebas de validez o productividad certificada. Una de estas es el heno como fertilizante y aquí le contamos la verdad.
Jaime Elizondo, en su canal de Youtube llamado Real Wealth Ranching, expone que ha escuchado por mucho tiempo que el dejar que se desperdicie heno cuando se alimenta al ganado en el potrero, no es desperdicio, sino que es bueno para los suelos porque los nutre. Existen muchos ganaderos que lo usan como un plan para desarrollar la fertilidad en áreas pobres. (Lea: ¿Sabe usted de qué depende la calidad del heno? )
Por lo que el experto dice que aun cuando este puede ser un buen consejo si el heno se usa eficientemente, debido a concentrar el estiércol y la orina del ganado, “muchos se han equivocado al tomarlo como un programa de fertilidad para su suelo basado en un desperdicio excesivo del heno”, dice Elizondo.
El profesional dice que, a diferencia de desperdiciar el heno, se debe producir más humus en el suelo, que es elemento que verdaderamente les brinda fertilidad a los suelos, que a diferencia de los nutrientes disponibles se mantienen en este espacio por un extenso tiempo. (Lea: 4 métodos para reducir la pérdida de heno en ganadería)
Por eso hay que definir que el humus “es la fracción estable de materia orgánica que no debe ser degradada más allá por la acción de los microorganismos. Esto también significa que la materia orgánica es valiosa, pero no toda la materia orgánica es humus, sino que solo una fracción de esta lo es realmente”.
Se debe tener claro que la vida del suelo es digerir la materia orgánica, razón por la cual sus niveles varían.
“Yo he aprendido lo que hace un suelo con buena vitalidad, comparado con uno que no la tiene. En un suelo muy pobre es evidente que las plántulas requieren fertilizantes para crecer bien y desarrollarse. Esto significa que el humus es generalmente muy bajo y no tiene nutrientes disponibles en el suelo para que las plántulas se establezcan”, describe Elizondo.
El humus no solo retiene humedad, microorganismos y nutrientes, sino que es una bodega para todos estos aspectos. Además, ayuda a calentar y a enfriar los suelos por más largo tiempo.
Este humus libera nutrientes en demanda, lo que permite una producción de forraje de mucha mayor calidad para el ganado, comparado con el fertilizante sintético, teniendo en cuenta que el heno es un fertilizante muy costoso.
“Tirar heno en los potreros o campos para alimentar el ganado y permitir que un porcentaje sea tirado o pisoteado por el ganado, va a producir más pasto por un periodo de tiempo, pero no se sabe por cuánto porque esto depende de la temperatura del ambiente”, detalla Elizondo.
Finalmente, con los precios de hoy, tiene mucho más sentido usar el heno como alimento, minimizando la mayor cantidad de desperdicio posible y produciendo más humus. (Lea: El humus y la arcilla, ¿qué papel juegan en la rentabilidad de una finca?)