La propuesta fue planteada por Daniela Aristizábal Gómez, una gestora de empresas agropecuarias quien a sus escasos 21 años ve en el sector una oportunidad de oro para introducirse laboralmente y de paso llevar conocimiento a los campesinos colombianos.   Los expertos del sector agropecuario en el país continuamente recuerdan el potencial y las oportunidades que tiene el campo colombiano para convertirse en una fábrica de alimentos. La posición geográfica, su variedad de climas y el talento humano nacional, son algunas de las razones que le dan más fuerza a esa idea. (Lea: 5 factores por los que el campo no motiva a los jóvenes)   Sin embargo, uno de los principales impedimentos para sacar adelante el sector es la escasa mano de obra que queda en el campo. Las nuevas generaciones ya no se interesan por el quehacer rural, sus aspiraciones son otras y las nuevas tecnologías impiden que los hijos de los campesinos y finqueros sean quienes continúen el trabajo que otrora adelantaron sus padres.   A pesar de esas complicaciones, aún hay jóvenes que creen en el agro, ese es el caso de Daniela Aristizábal Gómez, una gestora de empresas agropecuarias de 21 años quien viene trabajando en la Granja Agroecológica La Esperanza y en donde está poniendo al servicio del predio todo el conocimiento adquirido y las soluciones que requieren los productores.   En diálogo con este diario, Aristizábal Gómez aseguró que los campesinos colombianos están muy solos, no tienen asistencia técnica ideal, la tecnificación que hay en los predios es mínima y el conocimiento que poseen no corresponde a las necesidades que tienen de ser más productivos, por lo que a su juicio ahí hay muchas oportunidades no solo para emprender sino para entrar al mundo laboral. (Lea: Joven colombiano de 30 años lidera exitosa empresa ganadera)   “El reto es ese, que nosotros los jóvenes pensemos en ser una solución para el campo. Ya tenemos el conocimiento y con él podríamos ayudar a mejorar la situación de los productores rurales, solo es tomar la decisión. La otra opción es emprender”, argumentó.   Frente al segundo punto, la gestora de empresas agropecuarias aseguró que para hacerlo es necesario estructurar un buen equipo interdisciplinario en donde los múltiples saberes se complementen y conlleven a elaborar una propuesta sólida y pensada en producir comida.   “La demanda de productos de buena calidad, limpios y sin químicos está creciendo día a día, por eso es importante que nosotros los jóvenes veamos ahí no solo una oportunidad de negocio, sino un proyecto de vida con el que podamos atraer a más personas que se interesen por apostarle al agro”, concluyó. (Lea: 5 razones por las que los jóvenes deben estudiar carreras agropecuarias)   Daniela Aristizábal Gómez no solo trabaja en la granja, también da asistencia técnica a pequeños productores del Quindío, por lo que ese contacto permanente con los campesinos también influyó en su decisión de quedarse a trabajar por cambiar la cara del agro.