La iniciativa pretende diseñar e implementar sistemas de producción agropecuarios sostenibles, que utilicen eficientemente el agua sin químicos y con biofertilizantes que cuiden el medio ambiente.
Se trata de un proyecto que tiene como antecedente la reforma del Plan de Estudios del programa de Ingeniería Agronómica de la Universidad Nacional, Sede Medellín. Para ello, se presentó a la Dirección Académica de Sede, un conjunto de acciones relacionadas con recursos, infraestructura y talentos humanos, entre otros aspectos. (Lea: Actualizan sistema de toma de decisión para selección de especies forrajeras)
En esta reforma, el Departamento de Ciencias Agronómicas determinó la necesidad de tener aulas a campo abierto, como alternativa pedagógica.
La idea es mostrar al aire libre muchas de las cosas que se enseñaban en los salones de clase sobre el funcionamiento de las plantas, los cultivos, las condiciones climáticas, el suelo, entre otros. Todo esto con el fin de aprovechar un recurso muy valioso con el que se cuenta en la Sede: las estaciones agrarias (fincas) de la Facultad de Ciencias Agrarias.
De esta forma, tras gestionar cuatro hectáreas de terreno en la estación agraria Cotové, en el occidente del departamento, se crearon 4 parcelas de una hectárea para que fueran manejadas de acuerdo con los principios de la agroecología o la agricultura sostenible.
Al respecto, el profesor León Darío Vélez, expresó que “la idea es tener sistemas de producción en los que estudiantes puedan practicar, realizar investigación aplicada y que, también, funcionen como muestra para los agricultores de la zona, quienes podrán verificar que este tipo de agricultura no usa productos de síntesis químicos y, por ello, es tan productivo como el convencional”. (Lea: Definen estrategias tecnológicas para implementar en parcelas de integración)
El montaje
Para poner en funcionamiento el proyecto se implementó un sistema de riego por goteo, el cual también tiene un dispositivo para aplicación de biofertilizantes. Además, se configuró una línea base para evaluar, en más de 10 años, qué sucede con este tipo de agricultura alternativa.
Es así como se evaluaron todas las características físicas, biológicas y químicas del suelo utilizado, a nivel muy detallado. “Tomamos 11 muestras por hectárea, a las que se les realizó todo un análisis, con el objetivo de construir mapas georreferenciados del sistema de muestreo de suelos y determinar cómo están distribuidos los diferentes elementos minerales en las parcelas (fósforo, nitrógeno)”, afirmó el académico.
De ahí, se obtuvieron 7 mapas con toda la información de estas variables, además del análisis climático de una serie de 30 años, suministrados por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, Ideam. (Lea: Opciones tecnológicas para productores frente a variabilidad climática)
A partir de este diagnóstico, llevado a cabo durante un año, se comenzó a dar un manejo alternativo de estas parcelas, con la finalidad de seguir evaluando cada año, cómo están dichas variables y determinar las mejoras en la producción.
En el proyecto han participado estudiantes de las asignaturas de Riegos Avanzados, Manejo de Plantas Arvenses (malezas) y del curso Modelos de Producción. Entretanto, desde la asignatura “Agricultura para la soberanía y la seguridad alimentaria” se adelantó la siembra y producción de estas parcelas.
Por ahora, según el docente, resta montar toda el área de bioinsumos para producir los abonos o fertilizantes como compostajes o biopreparados y, así, fertilizar las plantas y darle manejo a plagas y enfermedades.
Actualmente, se están gestionando los recursos para continuar con el proyecto, que tras un año de ejecución ha servido de campo de experimentación para investigaciones de varios estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias.