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panorama de la apicultura en Colombia

Foto: Cortesía

agricultura

Panorama de la apicultura en Colombia a un año de la Ley de fomento apícola

por: - 31 de Diciembre 1969

Tras un año de la Ley de fomento apícola, la apicultura se ha fortalecido con transferencia de conocimiento del sector privado y el Ministerio de Ambiente. Fomentar la apicultura en conjunto con los agricultores, garantizando una coexistencia, es clave para desarrollar buenas prácticas en el campo y para asegurar la seguridad alimentaria.

Tras un año de la Ley de fomento apícola, la apicultura se ha fortalecido con transferencia de conocimiento del sector privado y el Ministerio de Ambiente.Fomentar la apicultura en conjunto con los agricultores, garantizando una coexistencia, es clave para desarrollar buenas prácticas en el campo y para asegurar la seguridad alimentaria.

Las abejas son una de las especies más importantes del mundo para garantizar no solo la seguridad alimentaria, sino la supervivencia de la biodiversidad. Por esta razón, hace un año se sancionó una ley para establecer mecanismos de financiación y crédito favorables para los apicultores, incrementar la producción y el consumo de productos apícolas, crear programas para el mejoramiento genético de las abejas y para brindar asistencia técnica a los apicultores en el manejo sanitario de sus colmenas.

Tras un año de entrada en vigor de la Ley 2193 de 2022, la apicultura en Colombia se ha fortalecido, pues mediante la tecnificación de las prácticas apícolas, el sector ha tenido más oportunidades comerciales y de apoyo al desarrollo del negocio, cuidando sosteniblemente su entorno. (Lea: Apicultores del Huila preocupados por venta de miel adulterada)

Si bien la norma planteaba el reto de educar y capacitar a los apicultores en buenas prácticas y desarrollo de las colmenas, desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible también se ha brindado asistencia técnica a los agricultores, implementando programas de investigación, manejo y conservación, y creando una guía para el manejo y la preservación de los nidos y enjambres de abejas.

La transferencia de conocimiento ha sido una de las herramientas clave para lograr que la Ley apícola fortalezca esta práctica y fomente oportunidades de negocio, para que los beneficios y oportunidades lleguen a ser del provecho de todos los apicultores en el país. (Lea: La miel de abejas de Arauca llega al mercado ecuatoriano)

«Desde 2022 se han realizado acciones que fortalecen el rol de la cadena apícola, con herramientas para el fomento de la apicultura, como la producción, distribución y comercialización de productos apícolas con fines de exportación. La apicultura en el país tiene el apoyo para potencializar su negocio, cuidar de las abejas y promover la coexistencia con la agricultura», mencionó Fabio Diazgranados, presidente de Fedeabejas.

Con el crecimiento constante que ha mantenido en los últimos años, la apicultura en Colombia se está convirtiendo en una actividad productiva económicamente rentable, en especial para habitantes de zonas rurales del país. (Lea:Gracias a los sistemas silvoapícolas, en Nariño se logró aumentar la producción)

La producción de miel de abejas en 2022 fue de cerca de 7000 toneladas, hubo un aumento del 8 % en la instalación de apiarios y los departamentos con mayor número de apiarios fueron Antioquia, Santander, Cauca, Córdoba y Cundinamarca. En total son 22 los que tienen actividades apícolas, generando aproximadamente 10 000 empleos directos e indirectos.

Tras años de apoyo a la apicultura, ahora con la Ley de fomento apícola, Colombia ha alcanzado importantes logros como un censo apícola actualizado, la creación de normativas para calidad y sanidad de productos apícolas, un impulso de acciones para protección de las abejas, acciones contra la falsificación de miel, promoción de la conservación y protección de las abejas.

El objetivo de estas acciones es fortalecer y proteger no solo a la cadena apícola, sino a los agricultores que se benefician del trabajo de las abejas, pues mediante la coexistencia y buenas prácticas en el campo, se genera un ciclo de trabajo colaborativo para contribuir a la seguridad alimentaria, sostenibilidad en la producción de alimentos y cuidado del entorno.