Con el regreso de las precipitaciones al país, la presencia del molusco se ha reportado en departamentos como Santander y Valle del Cauca. Aunque parezca inofensivo, el animal expele una baba que puede causar graves enfermedades a seres humanos y semovientes. Tras el prologando fenómeno de El Niño que azotó al país, el sector agropecuario no veía la hora que el clima diera un giro de 180° para que así regresaran las lluvias que permitieran la recuperación de las fuentes hídricas, pastos y áreas utilizadas para la siembra de alimentos. (Lea: Plagas en pastos y bovinos tienen en alerta a los ganaderos) Sin embargo, ese cambio también genera que en la tierra aparezcan algunas plagas propias de la temporada invernal. Es el caso del caracol africano, un molusco que aunque parezca inofensivo puede generar graves daños no solo sobre la vegetación, sino sobre animales y humanos. Sebastián Mejía Flórez, médico veterinario y zootecnista del grupo de Flora y Fauna de la Corporación Autónoma Regional para la defensa de la meseta de Bucaramanga, CDMB, aseguró que el clima húmedo es una de las principales razones para que se presente la aparición del caracol, ya que al estar compuesto en su mayoría de agua, buscan ambientes que cumplan esas características. “Ellos se esconden durante el lapso de tiempo que haya sol porque la luminosidad los deshidrata, por lo que es frecuente verlos en las madrugadas o a altas horas de la noche. Por esa razón es que las lluvia favorece su proliferación”, explicó Mejía Flórez. (Lea: La humedad facilita la propagación de plagas en cultivos)
Así se debe manejar el caracol africano. Video: Corantioquia. Los perjuicios que causa el Achatina Fulica se deben a la baba que suelta el animal, la cual transmite parásitos que pueden afectar el sistema digestivo de los seres humanos y bovinos. Un informe publicado por el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, asegura que el contacto de las personas con el caracol puede generar enfermedades intestinales, meningitis, inflamación de tejidos, diarrea, fiebre y hasta la muerte. Además ataca jardines, viveros de plantas ornamentales y frutales, cultivos de cítricos, cacao y especies forestales. “El molusco llegó al país hacia 2011 y tiene la facilidad de alimentarse prácticamente de todo, por lo que puede convertirse en una especie plaga de importancia económica en diversos sistemas productivos agrícolas. Por sus hábitos alimenticios y la preferencia que muestra por colonizar espacios como basureros con presencia de ratas, en donde adquiere fácilmente parásitos”, añade el documento difundido por la entidad sanitaria. En caso de que en su finca haya presencia del caracol africano, el experto de la CDMB recomendó evitar el contacto directo con el animal para no sufrir alguna de las enfermedades descritas anteriormente. Para su manipulación se requiere utilizar guantes de látex y así evitar el riesgo de infecciones; posteriormente se le debe rociar sal o meterlo en salmuera para que muera y finalmente la especie debe enterrarse y taparse con cal. (Lea: 540 hectáreas ganaderas afectadas por plaga de larvas en Huila)